Washington, Estados Unidos
Estados Unidos despliega en los escenarios bélicos de Medio Oriente y Afganistán miles de soldados más de los que había reconocido hasta ahora, según la publicación este lunes de nuevas cifras oficiales del Pentágono.
El informe trimestral sobre el estado de las tropas estadounidenses, colocado en línea por el Pentágono, indica que, al 30 de septiembre, Estados Unidos había desplegado 1.720 soldados en Siria, más del triple de los 503 que los portavoces militares estadounidenses habían señalado.
El mismo informe señala que en Irak habrían 8.892 uniformados, más que la cifra oficial de 5.262.
Igualmente, en Afganistán habrían 15.298 militares, una cifra superior a los 14.000 que el Pentágono había estimado hace algunas semanas y que ya reflejaba un aumento ordenado por el presidente Donald Trump.
Las cifras oficiales de 5.262 militares en Irak y 503 en Siria son conocidas en el Pentágono como 'el nivel de gestión de soldados', una medida creada en el gobierno de Barack Obama que fija un límite al número de militares estadounidenses enviados a Medio Oriente.
El Pentágono logra respetar mal que bien los límites -aunque el número de soldados en el terreno es muy superior a las cifras oficiales- excluyendo de la contabilidad los desplazamientos de corta duración y ciertas categorías de personal.
'No estamos en un punto donde podamos hacer un anuncio oficial que difiera de lo que acabamos de anunciar', indicó el coronel Rob Manning, portavoz del Pentágono, consultado este lunes sobre esas discrepancias.
Aseguró que Estados Unidos anunciará el número exacto de sus militares desplegado en esos países en guerra, aunque sin precisar cuándo.
'Seremos lo más transparente posible sin (...) mostrar nuestras capacidades al enemigo', dijo Manning.
Frente a la precaria situación de las fuerzas gubernamentales afganas en su lucha contra los talibanes, el gobierno de Trump había anunciado en agosto planes de enviar 3.000 soldados adicionales en labores de capacitación y asesoría.
En Irak y Siria, las fuerzas armadas estadounidenses luchan contra las agrupaciones yihadistas como el Estado Islámico.
Estados Unidos despliega en los escenarios bélicos de Medio Oriente y Afganistán miles de soldados más de los que había reconocido hasta ahora, según la publicación este lunes de nuevas cifras oficiales del Pentágono.
El informe trimestral sobre el estado de las tropas estadounidenses, colocado en línea por el Pentágono, indica que, al 30 de septiembre, Estados Unidos había desplegado 1.720 soldados en Siria, más del triple de los 503 que los portavoces militares estadounidenses habían señalado.
El mismo informe señala que en Irak habrían 8.892 uniformados, más que la cifra oficial de 5.262.
Igualmente, en Afganistán habrían 15.298 militares, una cifra superior a los 14.000 que el Pentágono había estimado hace algunas semanas y que ya reflejaba un aumento ordenado por el presidente Donald Trump.
Las cifras oficiales de 5.262 militares en Irak y 503 en Siria son conocidas en el Pentágono como 'el nivel de gestión de soldados', una medida creada en el gobierno de Barack Obama que fija un límite al número de militares estadounidenses enviados a Medio Oriente.
El Pentágono logra respetar mal que bien los límites -aunque el número de soldados en el terreno es muy superior a las cifras oficiales- excluyendo de la contabilidad los desplazamientos de corta duración y ciertas categorías de personal.
'No estamos en un punto donde podamos hacer un anuncio oficial que difiera de lo que acabamos de anunciar', indicó el coronel Rob Manning, portavoz del Pentágono, consultado este lunes sobre esas discrepancias.
Aseguró que Estados Unidos anunciará el número exacto de sus militares desplegado en esos países en guerra, aunque sin precisar cuándo.
'Seremos lo más transparente posible sin (...) mostrar nuestras capacidades al enemigo', dijo Manning.
Frente a la precaria situación de las fuerzas gubernamentales afganas en su lucha contra los talibanes, el gobierno de Trump había anunciado en agosto planes de enviar 3.000 soldados adicionales en labores de capacitación y asesoría.
En Irak y Siria, las fuerzas armadas estadounidenses luchan contra las agrupaciones yihadistas como el Estado Islámico.
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