Vaticano
El subdirector del Instituto de Obras Religiosas (IOR), el banco del Vaticano, fue despedido, indicó este jueves la Santa Sede, una decisión tomada tras las fricciones internas por la reforma financiera de la entidad.
'El Vaticano confirma que Giulio Mattietti, subdirector general del IOR, cesó sus funciones a partir del lunes 27 de noviembre', informó Paloma García Ovejero, vocera de la Santa Sede.
Según varios medios especializados, Mattietti fue convocado el lunes por la tarde por el presidente del banco, el experto francés Jean-Baptiste de Franssu, quien le anunció su despido sin mayor explicaciones.
La salida de improviso de Mattietti, nombrado en 2015, cuenta con el visto bueno del papa Francisco, quien se encuentra de viaje en Asia, según fuentes internas.
Graduado en Física, Mattietti trabajó en Microsoft e IBM, y empezó a trabajar para el IOR en 1997 en el sector informático, para llegar en 2015 a ser adjunto del director general, Gian Franco Mammi.
El célebre banco del Vaticano, protagonista de numerosos escándalos financieros, maneja miles de cuentas de curas y monjas en todo el mundo, desde simples hermanas filipinas que vienen a estudiar a Roma, pasando por obispos y cardenales, hasta poderosas congregaciones religiosas repartidas en todos los rincones del planeta.
Fundado en 1942 por Pío XII, con activos por más de 5.000 millones de euros, el banco del Vaticano ha sido acusado de reciclaje de dineros sucios e inclusive de lavar dinero de la mafia así como de una gestión poco transparente de sus ganancias.
Determinado a reformar la entidad bancaria desde que fue elegido papa en 2013, Francisco aprobó el cierre de unas 5.000 cuentas.
A la salida de Mattietti se suma la renuncia hace unos meses del ex controlador financiero del Vaticano, Libero Milone.
Milone denunció en septiembre a los prelados que se oponían a los esfuerzos de modernización y control del sistema económico secular del Vaticano.
De manera bastante inusual, el Vaticano explicó que la renuncia de Milone fue pedida debido a que espiaba sin permiso a altos funcionarios de la Santa Sede.
La reforma económica y financiera del Vaticano es uno de los temas más delicados para el pontificado y sufrió un verdadero contragolpe en junio con la salida del cardenal australiano George Pell, responsable de la reforma, quien viajó este año a su país para defenderse de las graves acusaciones de abuso sexual.
El subdirector del Instituto de Obras Religiosas (IOR), el banco del Vaticano, fue despedido, indicó este jueves la Santa Sede, una decisión tomada tras las fricciones internas por la reforma financiera de la entidad.
'El Vaticano confirma que Giulio Mattietti, subdirector general del IOR, cesó sus funciones a partir del lunes 27 de noviembre', informó Paloma García Ovejero, vocera de la Santa Sede.
Según varios medios especializados, Mattietti fue convocado el lunes por la tarde por el presidente del banco, el experto francés Jean-Baptiste de Franssu, quien le anunció su despido sin mayor explicaciones.
La salida de improviso de Mattietti, nombrado en 2015, cuenta con el visto bueno del papa Francisco, quien se encuentra de viaje en Asia, según fuentes internas.
Graduado en Física, Mattietti trabajó en Microsoft e IBM, y empezó a trabajar para el IOR en 1997 en el sector informático, para llegar en 2015 a ser adjunto del director general, Gian Franco Mammi.
El célebre banco del Vaticano, protagonista de numerosos escándalos financieros, maneja miles de cuentas de curas y monjas en todo el mundo, desde simples hermanas filipinas que vienen a estudiar a Roma, pasando por obispos y cardenales, hasta poderosas congregaciones religiosas repartidas en todos los rincones del planeta.
Fundado en 1942 por Pío XII, con activos por más de 5.000 millones de euros, el banco del Vaticano ha sido acusado de reciclaje de dineros sucios e inclusive de lavar dinero de la mafia así como de una gestión poco transparente de sus ganancias.
Determinado a reformar la entidad bancaria desde que fue elegido papa en 2013, Francisco aprobó el cierre de unas 5.000 cuentas.
A la salida de Mattietti se suma la renuncia hace unos meses del ex controlador financiero del Vaticano, Libero Milone.
Milone denunció en septiembre a los prelados que se oponían a los esfuerzos de modernización y control del sistema económico secular del Vaticano.
De manera bastante inusual, el Vaticano explicó que la renuncia de Milone fue pedida debido a que espiaba sin permiso a altos funcionarios de la Santa Sede.
La reforma económica y financiera del Vaticano es uno de los temas más delicados para el pontificado y sufrió un verdadero contragolpe en junio con la salida del cardenal australiano George Pell, responsable de la reforma, quien viajó este año a su país para defenderse de las graves acusaciones de abuso sexual.
Le puede interesar: Estados Unidos amenaza a Corea del Norte con más sanciones