El servicio de taxis Uber sufrió un nuevo revés el miércoles cuando un alto tribunal de la Unión Europea determinó que debe regularse como una empresa de taxis y no como un servicio tecnológico, una decisión que podría cambiar la forma en que opera en toda Europa y que podría afectar a otras empresas que operan mediante apps.
En algunas ciudades europeas los taxistas hicieron sonar sus bocinas para celebrar el dictamen, mientras Uber trató de restarle importancia. La decisión podría afectar las operaciones de Uber solo en cuatro países y la compañía advirtió que de todas maneras seguirá tratando de expandirse por Europa.
El fallo de la Corte Europea de Justicia, con sede en Luxemburgo, y su regulación en el bloque y refleja un dilema mayor sobre cómo deben tratar los gobiernos a empresas que operan a través de internet y no encajan en las leyes tradicionales.
La decisión responde a una demanda de una asociación de taxistas de Barcelona que quería impedir que Uber se instalara en la ciudad española. Los taxistas afirman que los conductores de Uber deben tener autorizaciones y licencias y han acusado a la empresa de competencia desleal.
Uber, con sede en San Francisco, alegaba que debe estar regulada como servicio de tecnología y no como una empresa de transportes porque su negocio se basa en una aplicación que conecta a conductores y pasajeros.
En un comunicado, el tribunal concluyó que los servicios que proporcionan compañías como Uber están 'vinculadas de forma inherente a un servicio de transportes' y por lo tanto deben clasificarse como 'un servicio en el campo del transporte' en el derecho de la UE. La directiva europea sobre comercio electrónico, informó el tribunal, no se aplica a firmas como Uber.
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La decisión podría afectar a servicios de taxis por app en los 28 países de la UE, donde los gobiernos nacionales pueden ahora regular a servicios como Uber como empresas de transportes.
Uber ya se ha visto obligada a adherirse a la regulación nacional en algunos países europeos. En Francia, por ejemplo, se prohibió el sistema de bajo coste de la plataforma con conductores no regulados, aunque la firma sí gestiona un popular servicio con conductores con licencias que compite con los taxis tradicionales.
En un comunicado, Uber dijo que la decisión 'no cambiará la situación en la mayoría de los países de la UE en los que ya estamos funcionando bajo las leyes de transporte locales'. Añadió: 'continuaremos el diálogo con ciudades por toda Europa' para facilitar el acceso a su servicio.
En teoría la decisión cubre servicios de transporte vía apps en los 28 países de la Unión Europea, pero en efecto deja en manos de cada gobierno la decisión sobre cómo regular a Uber y servicios afines.
De cualquier manera, muchos taxistas consideraron la decisión como una victoria aunque sea simbólica. Otros negocios basados en internet temen que sea augurio de más regulaciones mientras los países europeos tratan de dilucidar cómo supervisar a compañías que se basan en la red.
Horas después, Uber anunció que nombró a Barney Harford como su nuevo director operativo.
Harford supervisará las operaciones globales de la empresa, además de sus actividades de mercadeo y de apoyo al cliente a partir de 2 de enero, anunció el director general, Dara Khosrowshahi.
Harford, quien ha estado fungiendo como asesor de Uber desde octubre, fue director general de Orbitz y es miembro de las juntas directivas de United Airlines y RealSelf. Vino a Estados Unidos de Gran Bretaña en 1999 para trabajar para Expedia, donde colaboró con Khosrowshahi.