México, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Brasil, Colombia, Corea del Sur y Honduras son los países del mundo que han sido más golpeados por la cancelación de programas temporales en Estados Unidos, tras la decisión del presidente Donald Trump de ver como prioridad a sus ciudadanos.
A partir de junio del 2018 los países de Centroamérica, Sudamérica y la nación asiática podrían verse en apuros, al recibir a decenas de inmigrantes que dejaron de ser protegidos por Estados Unidos para que retornaran a sus países de origen.
En septiembre del 2017 el mandatario estadounidense puso fin al programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) que protegía de la deportación a unos 800,000 jóvenes, entre ellos 19,000 hondureños.
Con la cancelación de este beneficio, que actualmente está en manos de los Congresistas y Senadores, los jóvenes mexicanos, salvadoreños, guatemaltecos, hondureños, de Perú, Corea del Sur, Brasil y Colombia, tendrían que recibir a los denominados dreamers, si en los próximos tres meses los gobernadores no deciden buscar un programa alterno o aprobar una residencia permanente para los beneficiados.
En noviembre del 2017 Trump también canceló el Programa de Menores Centroamericanos (CAM), que permitía que los niños que migraban desde El Salvador, Guatemala y Honduras, pudieran solicitar un estatus de refugiados.
En el mismo mes, Trump decidió cancelar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para Haití, otro programa temporal que protegía de la deportación a unos 50 mil inmigrantes y que en julio del 2019 deberán de regresar a su nación.
Posteriormente, continuaba en la lista de cancelación del mismo programa Nicaragua, que tenía a unos 5,000 beneficiados, quienes en enero del 2019 también deberán regresar al país centroamericano.
El último país en recibir la noticia de cancelación del TPS fue El Salvador, pues Estados Unidos les informó este lunes que el programa que permitía que unos 210,000 inmigrantes vivieran con un permiso de estadía en Estados Unidos culminaría en junio del 2020.
En el caso de Honduras, el futuro de 56,790 inmigrantes será definido el próximos 5 de julio del 2018, cuando Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS) de una resolución final sobre el beneficio.