Santo Domingo, República Dominicana
La fiscalía de Santo Domingo presentó el lunes de manera preliminar cargos contra un hombre por el homicidio a puñaladas de su pareja sentimental y la muerte por ahorcamiento de los tres hijos de la mujer, en un hecho que conmociona a República Dominicana.
Víctor Portorreal, un mecánico de 30 años, está acusado de amordazar y apuñalar a su pareja, Reyna Encarnación, de 32 años, violar y asfixiar a dos niñas de seis y diez años, y ahorcar a un niño de nueve, cuyo cadáver colgó dentro de un guardarropa.
Portorreal ha mostrado “un total desprecio” por la vida, dijo la fiscal Yeni Reynoso, al presentar el expediente ante un tribunal para la formalización del arresto. Según la fiscalía, Portorreal confesó los homicidios en los interrogatorios ante agentes del Ministerio Público y de la policía.
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El juez José Alejandro Vargas ordenó que el hombre, quien fue detenido el fin de semana por la policía como principal sospechoso de los homicidios, permanezca un año en prisión preventiva a fin de que la fiscalía concluya la investigación.
Portorreal rechazó emitir comentarios durante la audiencia, mientras su defensa pidió la realización de un examen psicológico.
Los homicidios ocurrieron el domingo 4 de febrero en una vivienda ubicada en un callejón de un barrio popular de Santo Domingo, donde Portorreal vivía con las víctimas.
Luego de los asesinatos de la mujer y de las dos niñas, el hombre dejó los cadáveres dentro de la vivienda y salió a pasear con el niño, según el expediente.
Al volver por la noche, Portorreal ahorcó al menor con corbatas y lo colgó dentro del armario de la misma habitación donde yacían los cuerpos de las niñas.
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El hombre continuó sus actividades cotidianas durante tres días, en los que entraba y salía de vivienda donde permanecían los cadáveres, había explicado el jefe de la policía Ney Bautista, tras el arresto.
Los cadáveres fueron encontrados por la policía dentro de la vivienda cuatro días después de los homicidios, cuando los vecinos reportaron al servicio de emergencias un olor nauseabundo proveniente de la casa.
Varios residentes del barrio y familiares de las víctimas trataron de agredir físicamente a Portorreal la tarde del lunes, cuando era traslado por agentes policiales del tribunal a la cárcel.
República Dominicana vive una ola de violencia con una de las mayores tasas de feminicidios de América Latina, que el año pasado dejó más de 150 mujeres muertas.