Ciudad del Vaticano, Vaticano
El papa Francisco dio marcha atrás y aceptó la renuncia de un obispo en Nigeria rechazado durante años por los sacerdotes de su diócesis, y estableció un precedente que podría tener repercusiones en Chile y en otros lugares donde la autoridad papal se ha visto confrontada.
El anuncio se produjo después de que Francisco diera en junio un duro ultimátum a los sacerdotes de la diócesis de Ahiara, en el sur de Nigeria, en el que les advirtió que podrían perder sus empleos si no le obedecían y aceptaban al monseñor Peter Okpaleke como su obispo. El papa le dio 30 días a cada sacerdote para prometer su obediencia.
El Vaticano informó el lunes que 200 sacerdotes obedecieron, pero que algunos todavía expresaron tener problemas para trabajar con Okpaleke.
El papa B enedicto XVI nombró a Okpaleke en 2012, pero chocó con la oposición del clero local. Ahiara es una diócesis de gran tradición católica en la región de Mbaise, y sus fieles se opusieron al nombramiento de un forastero procedente de la región de Anambra. Los mbaise querían a uno de los suyos y como protesta bloquearon el acceso a la catedral cuando estaba previsto que Okpaleke asumiera el cargo oficialmente, por lo que la ceremonia tuvo que realizarse afuera de la diócesis.
El caso podría afectar otro nombramiento polémico del papa sobre el obispo chileno Juan Barros.
Desde qu e Francisco lo nombró obispo de la diócesis de Osorno, en el sur de Chile, en 2015, Barros se ha enfrentado con el rechazo de muchos fieles y sacerdotes. Los críticos señalaron las acusaciones de víctimas de abuso sexual sobre que Barros presenció e ignoró los abusos que sufrieron a manos del sacerdote pederasta más conocido de Chile.
Luego de que Francisco desatara la polémica durante su reciente viaje a Chile cuando defendió a Barros, el papa dio un giro de 180 grados y envió al investigador del Vaticano para recabar testimonios sobre la conducta de Barros. El investigador, el arzobispo Charles Scicluna, se reunió el sábado con el principal acusador de Barros.
Muchos observadores del Vaticano citaron el conflicto en Nigeria cuando explicaron la negativa de Francisco para remover a Barros, quien fue nombrado obispo por Juan Pablo II y ratificado por Benedicto XVI, lo que dificultó la situación para Francisco acerca de removerlo sin una razón convincente.
Sin embargo, la decisión de Francisco de aceptar la renuncia de Okpaleke, debido a la oposición de la gente, insinúa que podría hacer lo mismo en el caso de Barros, quien ya le ha ofrecido en dos ocasiones su renuncia y se ha visto rechazado por el papa.
El papa Francisco dio marcha atrás y aceptó la renuncia de un obispo en Nigeria rechazado durante años por los sacerdotes de su diócesis, y estableció un precedente que podría tener repercusiones en Chile y en otros lugares donde la autoridad papal se ha visto confrontada.
El anuncio se produjo después de que Francisco diera en junio un duro ultimátum a los sacerdotes de la diócesis de Ahiara, en el sur de Nigeria, en el que les advirtió que podrían perder sus empleos si no le obedecían y aceptaban al monseñor Peter Okpaleke como su obispo. El papa le dio 30 días a cada sacerdote para prometer su obediencia.
El Vaticano informó el lunes que 200 sacerdotes obedecieron, pero que algunos todavía expresaron tener problemas para trabajar con Okpaleke.
El papa B enedicto XVI nombró a Okpaleke en 2012, pero chocó con la oposición del clero local. Ahiara es una diócesis de gran tradición católica en la región de Mbaise, y sus fieles se opusieron al nombramiento de un forastero procedente de la región de Anambra. Los mbaise querían a uno de los suyos y como protesta bloquearon el acceso a la catedral cuando estaba previsto que Okpaleke asumiera el cargo oficialmente, por lo que la ceremonia tuvo que realizarse afuera de la diócesis.
El caso podría afectar otro nombramiento polémico del papa sobre el obispo chileno Juan Barros.
Desde qu e Francisco lo nombró obispo de la diócesis de Osorno, en el sur de Chile, en 2015, Barros se ha enfrentado con el rechazo de muchos fieles y sacerdotes. Los críticos señalaron las acusaciones de víctimas de abuso sexual sobre que Barros presenció e ignoró los abusos que sufrieron a manos del sacerdote pederasta más conocido de Chile.
Luego de que Francisco desatara la polémica durante su reciente viaje a Chile cuando defendió a Barros, el papa dio un giro de 180 grados y envió al investigador del Vaticano para recabar testimonios sobre la conducta de Barros. El investigador, el arzobispo Charles Scicluna, se reunió el sábado con el principal acusador de Barros.
Muchos observadores del Vaticano citaron el conflicto en Nigeria cuando explicaron la negativa de Francisco para remover a Barros, quien fue nombrado obispo por Juan Pablo II y ratificado por Benedicto XVI, lo que dificultó la situación para Francisco acerca de removerlo sin una razón convincente.
Sin embargo, la decisión de Francisco de aceptar la renuncia de Okpaleke, debido a la oposición de la gente, insinúa que podría hacer lo mismo en el caso de Barros, quien ya le ha ofrecido en dos ocasiones su renuncia y se ha visto rechazado por el papa.
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