Washington, Estados Unidos
La caravana de migrantes que desató la furia de Trump a principios de abril se ha reducido a unas 600 personas, en su mayoría centroamericanos. La semana pasada los activistas que la encabezan dijeron que ayudarían a unos 200 inmigrantes a solicitar asilo en Estados Unidos porque huyen de la violencia o la represión.
'El presidente continúa monitoreando la situación. Una nación soberana que no puede defender sus fronteras ya no será una nación soberana', dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
Y pidió al Congreso aprobar legislación para acabar con los vacíos legales que impiden blindar la frontera.
'La necesidad de corregir estas lagunas y debilidades en nuestro sistema de inmigración es crítica', dijo el fiscal general Jeff Sessions, que ordenó asegurar que haya suficientes fiscales y jueces de inmigración disponibles para que procesen rápidamente los casos de los indocumentados que lleguen al país.
El gobierno de Estados Unidos 'alienta a las personas con pedidos de asilo u otros reclamos similares a buscar protección en el primer país seguro que ingresen, incluido México', dijo por su parte la secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen.
Añadió que quienes busquen asilo pueden ser detenidos mientras se procesan sus pedidos, y que quienes no los tengan serán expulsados 'de inmediato'.
La caravana de migrantes que desató la furia de Trump a principios de abril se ha reducido a unas 600 personas, en su mayoría centroamericanos. La semana pasada los activistas que la encabezan dijeron que ayudarían a unos 200 inmigrantes a solicitar asilo en Estados Unidos porque huyen de la violencia o la represión.
'El presidente continúa monitoreando la situación. Una nación soberana que no puede defender sus fronteras ya no será una nación soberana', dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
Y pidió al Congreso aprobar legislación para acabar con los vacíos legales que impiden blindar la frontera.
'La necesidad de corregir estas lagunas y debilidades en nuestro sistema de inmigración es crítica', dijo el fiscal general Jeff Sessions, que ordenó asegurar que haya suficientes fiscales y jueces de inmigración disponibles para que procesen rápidamente los casos de los indocumentados que lleguen al país.
El gobierno de Estados Unidos 'alienta a las personas con pedidos de asilo u otros reclamos similares a buscar protección en el primer país seguro que ingresen, incluido México', dijo por su parte la secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen.
Añadió que quienes busquen asilo pueden ser detenidos mientras se procesan sus pedidos, y que quienes no los tengan serán expulsados 'de inmediato'.
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