Los habitantes del pueblo objeto de ataque, Binedema, en la región de Mopti, pertenecen principalmente a la comunidad fulani, precisó Aly Barry, de la asociación de esa etnia, quien informó de 26 muertos. El balance fue confirmado por dos responsables locales.
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El centro de Malí es escenario de episodios violentos desde 2015 y ha ganado fuerza un grupo yihadista liderado por el predicador fulani Amadou Koufa, que ha reclutado a mucha gente en su comunidad y se ha unido al Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (GSIM, también conocido como JNIM), principal alianza yihadista del Sahel afiliada a Al Qaida desde su creación en 2017.
Los ataques, a menudo seguidos de represalias, se han multiplicado y comenzaron a tener lugar entre comunidades, con los fulani --mayoritariamente criadores de ganado-- por un lado, y las etnias bamabra y dogon --agricultores-- por el otro.
Estos últimos han creado grupos de autodefensa apoyándose en los cazadores tradicionales, acusados de exacciones.
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