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Fabricantes de piñatas denuncian a patrón por abuso laboral

Las tres inmigrantes dicen que trabajaron durante meses en el sótano de la tienda Ballons Party, en el condado de Queens, fabricando piñatas de cartón para fiestas.

    16.03.2012

    Tres mexicanas que fabricaron piñatas en un sótano de Queens sin ventilación con un salario de tres dólares por hora demandaron al dueño del negocio y se convirtieron en parte de los pocos inmigrantes que denuncian abuso laboral en la ciudad.

    La falta de cobro del salario mínimo y los incidentes por discriminación en los puestos de trabajo son frecuentes, pero la mayoría no son notificados a las autoridades correspondientes, aseguran expertos y activistas.

    'Desafortunadamente es un problema muy común', dijo Artemio Guerra, abogado de las mexicanas y representante de la Oficina Católica de Inmigración. 'Además, el robo y la discriminación contra la mujer inmigrante es algo que está muy escondido pero que sucede mucho'.

    Las tres inmigrantes dicen que trabajaron durante meses en el sótano de la tienda Ballons Party, en el condado de Queens, fabricando piñatas de cartón para fiestas. El sótano no contaba con ventanas ni ventilación y las trabajadoras respiraban el aerosol usado en la tienda y el sótano.

    Verónica Domínguez, Lourdes Díaz y Laura Vidals dijeron que trabajaban sin máscaras ni otro tipo de protección y que el dueño del negocio, Arcadio Marín, las amenazaba con denunciarlas a los servicios de inmigración si no cumplían con sus órdenes.

    'Con esta demanda queremos que la gente vea cómo nos tenía', dijo Domínguez, de 38 años y nacida en Córdoba. 'Lo que tuvimos que aguantar. Otras chicas podrían sufrir esto allí en el futuro'.

    Matthew Dulberg, abogado de Marín, no respondió una llamada de Associated Press de forma inmediata.

    Díaz, de 28 años y nacida en el estado de Guerrero, admitió que se considera una mujer valiente por haber interpuesto la demanda en la corte federal de Brooklyn.

    'No muchas personas hacen esto', dijo la madre de dos hijos. 'Decidí empezar esta lucha porque no era justo lo que nos estaba pasando'.

    La demanda podría aportar a las mexicanas unos 300,000 dólares a repartir entre las tres por robo salarial, dijo Guerra. La cifra no incluye compensación por otros daños, como despido indebido, infracciones cometidas en contratación y pago, y discriminación.

    Una de las mexicanas, Vidals, está embarazada y trabajó en ese estado en la tienda. Marín es también dueño de otras tiendas de venta de productos para fiestas, como 'Let*s Have a Party', 'Party Surprise' o 'Happy Fiesta'.

    Entre marzo del 2011 y marzo del 2012, la Oficina Católica de Inmigración, ubicada en Queens, recibió 785 llamadas de trabajadores que sufrieron violaciones a sus derechos en sus puestos de trabajo. Las llamadas se tradujeron en unas 200 quejas formales al departamento laboral federal y estatal, dijo Guerra.

    Casi un tercio de los hispanos que trabajan en Nueva York, Chicago y Los Angeles experimentan violaciones de salario mínimo, según un estudio del Instituto Brennan. Las mujeres inmigrantes parecen estar en peor situación que los hombres: un 30% de ellas no cobra el salario mínimo frente a un 20% de hombres, aseguró el informe.

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