El izquierdista Andrés Manuel López Obrador anticipó este viernes acciones de 'resistencia civil' pacíficas tras rechazar el fallo del Tribunal Electoral de México que ratificó el triunfo de Enrique Peña Nieto, del PRI, en la elección presidencial del pasado 1 de julio.
'No puedo aceptar el fallo del Tribunal Electoral que ha declarado válida la elección presidencial' de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), dijo López Obrador en un breve mensaje a la prensa.
La noche del jueves, el Tribunal Electoral, cuyas resoluciones son inapelables, desechó por unanimidad el reclamo de la izquierda de declarar la elección inválida debido a la presunta compra masiva de votos, manipulación mediática a favor del PRI y uso excesivo de recursos en la campaña presidencial.
'Las elecciones no fueron ni limpias ni libres ni auténticas, en consecuencia, no voy reconocer un poder ilegítimo surgido de la compra del voto y de otras violaciones graves a la constitución y las leyes', dijo López Obrador.
La etapa de la calificación electoral entra este viernes en su recta final con una sesión a las 12h00 (17H00 GMT) para resolver sobre el cómputo final de la elección, calificar la validez de los comicios y declarar al presidente electo.
El nuevo mandatario entra en funciones el 1 de diciembre para un periodo de seis años.
López Obrador, que según el conteo oficial obtuvo 31,6% de los votos, contra 38,2% de Peña Nieto, anticipó movilizaciones y convocó a sus seguidores a reunirse el domingo 9 de septiembre en el Zócalo (plaza central).
'La desobediencia civil es un honroso deber cuando se aplica contra los ladrones de la esperanza y la felicidad del pueblo. Convoco a todos los partidarios de la democracia a que nos congreguemos en el Zócalo de Ciudad de México (...), ahí definiremos lo que sigue', dijo López Obrador, tras sostener que se mantendrán en 'la vía pacífica'.
El ex candidato de la izquierda restó importancia a las acusaciones de 'malos perdedores, locos, mesiánicos, enfermos de poder' lanzadas contra la izquierda y advirtió que 'no daremos ninguna tregua ni concederemos la más mínima ventaja'.
Este viernes, simpatizantes de la izquierda tomaron las casetas de pago de peaje de una carretera del sur de la capital y dejaron pasar libremente a los automovilistas.
El jueves, mientras los siete magistrados del Tribunal Electoral deliberaban, unas 300 personas lanzaron consignas al exterior del recinto y, por momentos, los ánimos se exacerbaron y los manifestantes lanzaron huevos, botellas y otros objetos al grito de '¡México sin PRI!'
López Obrador ya había sido derrotado en elecciones en 2006 por el actual presidente Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional, por menos de 1% de los votos, luego de lo cual encabezó multitudinarias manifestaciones.
Durante semanas, miles de seguidores de la izquiera mantuvieron un plantón a lo largo de unos ocho kilómetros desde el Paseo de la Reforma, una de las más emblemáticas avenidas de la capital, hasta el Zócalo.
Momentos antes de que saliera a dar su mensaje López Obrador, el líder del PRI, Pedro Joaquín, llamó a la coalición de izquierda a acatar el fallo del Tribunal Electoral y lanzó un llamado a al diálogo a todas las fuerzas políticas.
'El PRI exhorta a los dirigentes y al ex candidato de la coalición (de izquierda) Movimiento Progresista (...) a acatar la resolución del Tribunal Electoral (...) y manifiesta su plena disposición a dialogar con todas las fuerzas políticas para construir acuerdos', dijo Joaquín.
Sin embargo, López Obrador dijo que negociar 'en las actuales circunstancias sólo puede significar arreglos copulares o componendas en contra del bienestar del pueblo y de la nación'.