Ciudad de México, México
Desde hace más de dos años México sabía que el número de menores que migran hacia Estados Unidos comenzaba a crecer, un fenómeno catalogado ahora como una emergencia humanitaria, de acuerdo con un informe que presenta el lunes la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El reporte Derechos humanos de los migrantes y otras personas en el contexto de la movilidad humana en México, fue elaborado con base a la visita de una delegación de la CIDH entre julio y agosto de 2011 por varios puntos del territorio mexicano, en el que detalla los delitos que sufren los menores que migran solos, sobre todo desde Centroamérica.
'A la Comisión le preocupa que tanto el Instituto Nacional de Migración, la sociedad civil y organismos internacionales coinciden en que ha habido un incremento del número de menores no acompañados que migran hacia o a través de México', indica la CIDH en su informe.
La delegación de la CIDH se entrevistó con organizaciones civiles y funcionarios del gobierno mexicano, que relataron varias medidas oficiales ante la migración de menores que viajan sin la compañía de un adulto, como la instalación de módulos especiales en los centros de detención para indocumentados.
Sin embargo, los activistas entrevistados comentaron a los delegados de la CIDH que los menores sufren 'situaciones de riesgo durante el arresto y detención por parte de las autoridades migratorias' y también de policías.
Sin datos precisos sobre delitos
A la CIDH le preocupó también 'la falta de datos sobre delitos y violaciones a los derechos humanos de las que hayan sido víctimas' los menores que viajan solos y de forma clandestina a lo largo de México hasta llegar a la frontera con Estados Unidos, de más de 3,000 km.
'Un considerable número de los migrantes que han sido víctimas de distintos delitos y violaciones a los derechos humanos en México eran niños, niñas y adolescentes', apuntó la CIDH.
Las causas de su migración también fueron identificadas desde entonces. 'La persecución de pandillas o 'maras' o carteles del narcotráfico y la proliferación de redes trasnacionales', fueron algunos de los motivos de migración apuntados por la delegación de la CIDH.
Ese organismo pidió entonces al gobierno mexicano 'adoptar medidas especiales de protección' para ese sector y 'revestir la suficiente especialidad derivada de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran'.
Abusos verbales, físicos, robos, extorsión, son algunos de los delitos que sufren los menores en su paso por México, de acuerdo con la delegación de la CIDH.
Los delegados recibieron informes sobre casos de menores que incluso fueron 'utilizados por parte del crimen organizado para realizar actividades relacionadas con el tráfico de personas o el trasiego de drogas'.
Necesaria visa de tránsito
'Las extorsiones y los secuestros siguen siendo los principales delitos a los que se enfrentan los niños y adolescentes en su paso por México', comentó a la AFP el activista Rubén Figueroa, de la organización de apoyo a la migración Movimiento Migrante Mesoamericano.
'Todas las políticas recientemente adoptadas por el gobierno mexicano como las visas de visitas y trabajos temporales para beliceños no modifican en nada la situación de vulnerabilidad de los menores migrantes; es necesaria una visa de tránsito', subrayó el activista.
El incremento de la migración de menores de edad centroamericanos, que huyen de la pobreza y violencia o quieren reunirse con familiares, ha generado en los últimos meses una crisis humanitaria en la frontera sur de Estados Unidos.
Las autoridades de Texas se vieron desbordadas en junio ante el repunte de llegadas, que saturaron los centros de detención y obligaron el traslado de centenares de indocumentados a otras dependencias en el país. En este estado sureño se han desplegado unos 1,000 soldados de la Guardia Nacional para contener la migración.
Según datos oficiales, al menos 61,581 niños y adolescentes procedentes de Centroamérica y México fueron detenidos entre octubre de 2013 y julio pasado tras cruzar la frontera de Estados Unidos.
Se calcula que alrededor de 140,000 inmigrantes ingresan cada año a México por su frontera con Guatemala, desde donde toman de forma clandestina un tren de carga conocido como 'La Bestia' para atravesar el país, afrontando la amenaza de caídas y de ataques del crimen organizado que acecha sus rutas.
Desde hace más de dos años México sabía que el número de menores que migran hacia Estados Unidos comenzaba a crecer, un fenómeno catalogado ahora como una emergencia humanitaria, de acuerdo con un informe que presenta el lunes la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El reporte Derechos humanos de los migrantes y otras personas en el contexto de la movilidad humana en México, fue elaborado con base a la visita de una delegación de la CIDH entre julio y agosto de 2011 por varios puntos del territorio mexicano, en el que detalla los delitos que sufren los menores que migran solos, sobre todo desde Centroamérica.
'A la Comisión le preocupa que tanto el Instituto Nacional de Migración, la sociedad civil y organismos internacionales coinciden en que ha habido un incremento del número de menores no acompañados que migran hacia o a través de México', indica la CIDH en su informe.
La delegación de la CIDH se entrevistó con organizaciones civiles y funcionarios del gobierno mexicano, que relataron varias medidas oficiales ante la migración de menores que viajan sin la compañía de un adulto, como la instalación de módulos especiales en los centros de detención para indocumentados.
Sin embargo, los activistas entrevistados comentaron a los delegados de la CIDH que los menores sufren 'situaciones de riesgo durante el arresto y detención por parte de las autoridades migratorias' y también de policías.
Sin datos precisos sobre delitos
A la CIDH le preocupó también 'la falta de datos sobre delitos y violaciones a los derechos humanos de las que hayan sido víctimas' los menores que viajan solos y de forma clandestina a lo largo de México hasta llegar a la frontera con Estados Unidos, de más de 3,000 km.
'Un considerable número de los migrantes que han sido víctimas de distintos delitos y violaciones a los derechos humanos en México eran niños, niñas y adolescentes', apuntó la CIDH.
Las causas de su migración también fueron identificadas desde entonces. 'La persecución de pandillas o 'maras' o carteles del narcotráfico y la proliferación de redes trasnacionales', fueron algunos de los motivos de migración apuntados por la delegación de la CIDH.
Ese organismo pidió entonces al gobierno mexicano 'adoptar medidas especiales de protección' para ese sector y 'revestir la suficiente especialidad derivada de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran'.
Abusos verbales, físicos, robos, extorsión, son algunos de los delitos que sufren los menores en su paso por México, de acuerdo con la delegación de la CIDH.
Los delegados recibieron informes sobre casos de menores que incluso fueron 'utilizados por parte del crimen organizado para realizar actividades relacionadas con el tráfico de personas o el trasiego de drogas'.
Necesaria visa de tránsito
'Las extorsiones y los secuestros siguen siendo los principales delitos a los que se enfrentan los niños y adolescentes en su paso por México', comentó a la AFP el activista Rubén Figueroa, de la organización de apoyo a la migración Movimiento Migrante Mesoamericano.
'Todas las políticas recientemente adoptadas por el gobierno mexicano como las visas de visitas y trabajos temporales para beliceños no modifican en nada la situación de vulnerabilidad de los menores migrantes; es necesaria una visa de tránsito', subrayó el activista.
El incremento de la migración de menores de edad centroamericanos, que huyen de la pobreza y violencia o quieren reunirse con familiares, ha generado en los últimos meses una crisis humanitaria en la frontera sur de Estados Unidos.
Las autoridades de Texas se vieron desbordadas en junio ante el repunte de llegadas, que saturaron los centros de detención y obligaron el traslado de centenares de indocumentados a otras dependencias en el país. En este estado sureño se han desplegado unos 1,000 soldados de la Guardia Nacional para contener la migración.
Según datos oficiales, al menos 61,581 niños y adolescentes procedentes de Centroamérica y México fueron detenidos entre octubre de 2013 y julio pasado tras cruzar la frontera de Estados Unidos.
Se calcula que alrededor de 140,000 inmigrantes ingresan cada año a México por su frontera con Guatemala, desde donde toman de forma clandestina un tren de carga conocido como 'La Bestia' para atravesar el país, afrontando la amenaza de caídas y de ataques del crimen organizado que acecha sus rutas.