Ciudades de todo el noreste de Estados Unidos movilizaban camiones quitanieve y las aerolíneas cancelaban miles de vuelos el lunes mientras avanza una megatormenta potencialmente histórica por el corredor entre Filadelfia y Boston, que podría sepultar comunidades desde el norte de Nueva Jersey hasta el sur de Maine con hasta dos metros de nieve.
Más de 5,000 vuelos fueron cancelados o retrasados, los colegios planeaban cerrar temprano y un hospital de Nueva York aumentó el personal e instaló equipo en sus vehículos para poder trasladarse sobre calles cubiertas de nieve.
El Servicio Meteorológico Nacional informó que la tormenta de traerá fuertes nevadas, vientos fuertes e inundaciones costeras hasta el martes. Una advertencia de tormenta fue emitida para un tramo de 400 kilómetros (250 millas) en el noreste, incluso Nueva York y Boston.
Durante la hora de más tráfico matutino del lunes, un tractor con remolque patinó sobre el suelo helado y acabó formando un ángulo agudo, mientras un camión que transportaba cerveza se estrelló contra la mediana en un tramo de la carretera interestatal 81 cerca de Harrisburg, Pennsylvania, obligando a las autoridades a cerrar los carriles hacia el sur. No se reportaron heridos.
Algunas escuelas planeaban cerrar temprano el lunes o simplemente no abrieron en Pennsylvania, Nueva Jersey, Nueva York y Connecticut.
'Esta podría ser una tormenta como nunca hemos visto antes', declaró el alcalde de la Ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, en conferencia de prensa el domingo.
De Blasio mostró una hoja de papel con las 10 mayores tormentas de nieve que han azotado la ciudad y afirmó que la que se avecina podría ocupar el primer lugar de la lista, que se remonta a 1872 e incluye una que dejó 68 centímetros (26,9 pulgadas) de nieve en 2006.
'No hay que subestimar esta tormenta. Hay que prepararse para lo peor', declaró el alcalde, quien hizo un llamado a los habitantes a que adelanten la hora de salida de sus trabajos.
En Massachusetts, el gobernador Charlie Baker, advirtió a los residentes que se prepararen para toparse con caminos que serán 'muy difíciles, si no es que imposibles, de cruzar', apagones y, posiblemente, la falta de transporte público.
El aeropuerto Internacional Logan de Boston dijo que no habría vuelos después de las 7 pm del lunes y que no esperaba reanudar los vuelos hasta la noche del miércoles.
El Servicio Nacional de Meteorología pronosticó que en Boston caigan entre 46 y 61 centímetros (18 y 24 pulgadas) de nieve y hasta 90 centímetros (tres pies) en el oeste de la ciudad, en tanto que en Filadelfia podrían precipitarse entre 36 y 46 centímetros (14 y 18 pulgadas).
'Hemos anticipado totales de fuertes capas de nieve', declaró Bob Oravec, experto principal del Servicio Nacional de Meteorología en College Park, Maryland.
'Además de una fuerte nevada, con advertencias de ventisca, hay gran peligro de ventarrones que causen daños y estas situaciones se incrementarán el lunes y el martes. Mucho viento, apilamiento y lo demás', agregó.
Es posible que se registren ráfagas de viento de 120 kph (75 mph) o más en las zonas costeras de Massachusetts y de 80 kph (50 mph) en el interior, dijo Oravec.
Para el mediodía, las líneas aéreas ya habían cancelado 2.680 vuelos del lunes, de acuerdo con la página web FlightAware. Otros 2.900 viajes previstos para el martes también fueron cancelados.
La tormenta que durante el fin de semana dejó nieve y nieve medio derretida en el extremo noreste —la primera nevada real de la temporada en muchas zonas— fue sólo un ensayo.
'Parece que está a punto de terminarse nuestra suerte', dijo John Paulsen mientras compraba gasolina en Nueva Jersey.
'No debo quejarme demasiado porque hemos tenido un invierno bastante benigno, pero no sé si estoy dispuesto a que de pronto tengamos unos 30 centímetros de nieve', afirmó.