La exprimera dama de Guatemala Sandra Torres se atribuyó el pase a la segunda vuelta presidencial de octubre, en la que enfrentaría al ganador de los comicios del domingo, el comediante inexperto en política Jimmy Morales.
Con el 98.30% de los votos escrutados, el margen a favor de Torres sobre el otro posible candidato a la segunda vuelta, Manuel Baldizón, es mínimo: 19.70% contra 19.59%.
En el primer lugar con un 23.88% de los votos está Morales, un actor cómico de 46 años desvinculado de la política y postulado por un partido de derecha en medio de la crisis por el escándalo de corrupción que llevó a la renuncia del mandatario Otto Pérez.
Aunque el magistrado del tribunal electoral Julio Solórzono dijo que 'hasta el momento no se tiene una fecha definida' para anunciar al ganador del segundo lugar y que podría llevar unos cinco días oficializarlo, Torres este lunes dio por seguro su pase a la segunda vuelta.
'Estoy convencida que voy a ser presidenta de Guatemala (...), lo importante es que estamos en segunda vuelta, hemos remontado' a Baldizón, afirmó emocionada Torres en rueda de prensa.
Morales, por su parte, hizo un llamado a la unidad nacional para asegurar el triunfo en la segunda vuelta prevista el 25 de octubre, aunque descartó hacer alianzas con partidos vinculados 'con actos de corrupción'.
En conferencia de prensa, insistió en que es el único candidato fuera del ámbito político y que no ha sido señalado en casos de corrupción.
Baldizón no se ha pronunciado públicamente.
La elección se desarrolló en un ambiente de indignación contra la clase política ante varios escándalos de corrupción, agudizados por las revelaciones por parte de la Fiscalía y la Comisión de la ONU contra la Impunidad (Cicig) sobre la existencia de una banda de defraudación aduanera.
La crisis provocó la renuncia, a solo cuatro días de los comicios, del presidente Pérez, señalado como el líder de la red que cobraba sobornos para reducir los impuestos de aduana a los empresarios. Pese a la crisis las elecciones estuvieron concurridas.
Morales surgió repentinamente como el antipolítico que ofrecía una alternativa, pese a no tener un plan de gobierno y a estar apoyado por el Frente de Convergencia Nacional (FCN), un partido sin una estructura nacional.
Quien asuma el poder en Guatemala el próximo 14 de enero deberá administrar un país agobiado por la pobreza del 54% de sus 15.8 millones de habitantes, y por la violencia que deja unos 6,000 muertos cada año, atribuidos al narcotráfico y a la lucha entre las violentas pandillas o 'maras'.