A 413 subió el número de muertos que deja el sismo de 7,8 grados que sacudió la costa de Ecuador y es considerado el peor en 40 años, informó este lunes el ministerio Coordinador de Seguridad.
'Por fuentes oficiales al momento se contabilizan 413 personas fallecidas', señaló la cartera en un boletín.
El último balance reportaba 350 fallecidos y más de 2.000 heridos. Hasta el momento las autoridades no han ofrecido cifras sobre desaparecidos.
Sismo en Ecuador
La noche del sábado se produjo un potente sismo de 7,8 grados en la costa central de Ecuador que ha dejado daños severos en las poblaciones de Pedernales, Portoviejo y Manta.
Hondureños interesados por sus familiares en Ecuador, pueden formular sus consultas vía telefónica al Consulado en Quito al teléfono 098 7489 771.
Ecuador amaneció el domingo aturdido y con un panorama desolador luego del terremoto. Al menos 14.000 elementos de la fuerza pública fueron movilizados en el marco del estado de excepción decretado en seis provincias tras el terremoto. Las autoridades pidieron ayuda internacional y prevén que aumente la cifra de víctimas conforme avanzan las tareas de búsqueda y rescate.
En Pedernales, una de las poblaciones más cercanas al epicentro del potente terremoto registrado la noche del sábado, había un sinnúmero de edificaciones en escombros y la gente deambulaba por las calles tras haber soportado una lluvia intensa toda la madrugada.
En el transcurso de la mañana llegó maquinaria pesada para ayudar en la remoción de escombros en Pedernales, al tiempo que la policía y las fuerzas armadas buscaban poner orden en medio del caos y destrucción.
El vicepresidente Jorge Glas, dijo a periodistas que la cifra de muertos 'inevitablemente va a aumentar'.
'Hemos movilizado 240 profesionales de la salud... vamos a hacer un recorrido por las zonas afectadas', agregó.
'Las telecomunicaciones están al 41%. Se están instalando estaciones móviles para mejorar cobertura y garantizar cobertura en estos momentos', destacó.
Añadió que no se presentaron daños significativos en obras de infraestructura hidroeléctrica ni en una refinería, que luego de una última inspección entrará en funcionamiento.
FOTOS: Las impactantes imágenes del terremoto en Ecuador
En Pedernales, cientos de personas pasaron la noche en las calles apenas cubiertas con mantas. Un residente que no quiso identificarse tenía a su lado, en el suelo, los cadáveres de su esposa y una hija, quienes murieron por el sismo. Esperaba ayuda para llevarlas al cementerio.
El poblador de Pedernales Gari Coveña dijo a la AP allí: 'solo quedan dos o tres edificios, que quedaron parados'. Agregó que hubo saqueos en los almacenes más grandes de la población.
Mientras llegaban las primeras luces del amanecer del domingo, la policía entraba a la zona y trataba de poner algo de orden en el caos, mientras los sobrevivientes, usando solo las manos, empezaron la tarea de remover escombros buscando a sus seres queridos.
Las vías de acceso estaban literalmente cortadas por derrumbes frecuentes.
Otro hombre, que no quiso ser identificado, dijo en medio de sollozos: 'todos hemos perdido a familia. Hay muchos muertos en las calles y bajo los escombros, muchos que están atrapados debajo de casas y edificios. Pedernales está destrozada, prácticamente no queda nada en pie. Esperamos que el gobierno nos ayude de alguna manera. Pedimos ayuda. Todo está destrozado'.
Cerca de la población de Manglaralto, en la costa central del país, Efraín Luna dijo a The Associated Press que 'el susto fue terrible. Nunca he sentido un sismo tan potente en mi vida. Donde estamos es una comuna pequeña y la gente salió a las calles y subió a lomas por el miedo a un tsunami'.
En medios sociales circulaban imágenes de viviendas reducidas a escombros, un centro comercial con el tejado destrozado y estanterías que se zarandeaban en supermercados, así como un viaducto que se derrumbó sobre una autopista, atrapando un automóvil. En Manta, el aeropuerto se cerró después de que la torre de control colapsara, hiriendo a un controlador aéreo y un guarda de seguridad.
El gobierno declaró estado de excepción horas antes el domingo, después de que este terremoto que además causó amplios daños materiales en la mayor parte de las poblaciones de la provincia de Manabí, en Guayaquil, la capital y otras ciudades importantes.
El epicentro del terremoto se produjo en una zona poco poblada de puertos pesqueros y playas turísticas, 170 kilómetros (105 millas) al nordeste de la capital, Quito.
Gabriel Alcívar, alcalde de Pedernales, una localidad de 40.000 habitantes cerca del epicentro, pidió a las autoridades que enviaran excavadoras y equipos de emergencia, ya que decenas de edificios se habían derrumbado en la ciudad, atrapando a los residentes bajo los escombros. El alcalde informó de algunos incidentes de pillaje en el caos inicial, pero indicó que las autoridades estaban demasiado ocupadas tratando de salvar vidas como para restaurar el orden.
El presidente, Rafael Correa, que estaba en el Vaticano, firmó un decreto declarando el estado de excepción y estaba por regresar desde Roma. En mensajes en su cuenta de Twitter, pidió a los ecuatorianos que se mantuvieran firmes y que esperaba estar de vuelta en el país para el domingo por la tarde.
Las autoridades anunciaron el despliegue de 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas, así como 3.500 policías, para asistir en las tareas de rescate y mantener el orden público. También se enviaron 200 bomberos a Pedernales y 300 a Manabí, según un comunicado de la Secretaría de Gestión de Riesgos.
En la capital, el movimiento telúrico fue sentido durante aproximadamente 40 segundos y la gente huyó temerosa de los edificios hacia las calles. Quito está a unos 170 km (105 millas) del epicentro del sismo.
Se cancelaron eventos deportivos y conciertos en todo el país hasta nuevo aviso.
José Villacís, residente en Portoviejo, dijo a The Associated Press: 'hay mucha destrucción en el centro de la ciudad. Se han caído puentes, paredes y cerramientos. Conozco gente que ha muerto. Todos estamos muy nerviosos, se están sintiendo réplicas que nos dan más miedo'.
El Servicio Geológico de Estados Unidos situó el epicentro del sismo a una profundidad de 19 km (11,8 millas), 27 kilómetros (16 millas) al sur-sureste de Muisne, Ecuador.