Managua, Nicaragua
La modelo costarricense Kathia Adriana Corella fue declarada culpable este jueves en Nicaragua por los delitos de lavado de dinero y asociación a crimen organizado, tras comprobarse su vinculación a una estructura regional del cartel de la droga mexicana Los Zetas.
'Determino que la prueba argumentada por el Ministerio Público en este juicio oral y público demuestran la culpabilidad' de Corella y otras cuatro personas que fueron juzgadas con ella, indicó el juez penal de Managua Octavio Rothschuh, al finalizar el juicio que duró cinco meses.
Corella, de 25 años y estudiante de medicina, recibió la noticia calmada en una audiencia en los juzgados de la capital, a la que asistió ataviada en un elegante vestido azul.
El juez establecerá la condena de la joven en los próximos días, de acuerdo con las peticiones presentadas por la Fiscalía, que demandó una pena de 12 años por ambos delitos, mientras que la Procuraduría pidió 19 y la defensa 10.
Corella fue detenida el pasado 3 de diciembre durante un operativo que la policía nicaragüense realizó de manera simultánea en Managua y Rivas (sur) para desarticular una banda llamada Los Caciques que se dedicaba a traficar drogas en Costa Rica, Nicaragua, Guatemala y México.
En el operativo la policía decomisó más de 200 kg de cocaína y 871.000 dólares.
Según las investigaciones, la pareja de la modelo, el nicaragüense Walter Pereira, era el jefe de la banda criminal en Nicaragua, quien -de acuerdo con la policía- se suicidó antes de ser detenido frente Corella y la hija de ambos.
La niña de cinco años de la modelo fue entregada el 23 de diciembre a su familia en Costa Rica.
La Fiscalía dijo que la costarricense ayudaba a contar y esconder el dinero que la banda recaudada del narcotráfico.
Las autoridades nicaragüenses 'se ensañaron con mi representada' ya que su único delito fue ser la pareja de un criminal y venir a Nicaragua solo 'a sufrir una desgracia', protestó el abogado defensor Carlos Chavarría.
El juez refutó los alegatos de la defensa y afirmó que las pruebas contra la modelo fueron contundentes.
La modelo se negó a tomar la palabra para defender su inocencia. En la audiencia estuvo presente el vicecónsul de Costa Rica en Managua, Álvaro Herrera.
La modelo costarricense Kathia Adriana Corella fue declarada culpable este jueves en Nicaragua por los delitos de lavado de dinero y asociación a crimen organizado, tras comprobarse su vinculación a una estructura regional del cartel de la droga mexicana Los Zetas.
'Determino que la prueba argumentada por el Ministerio Público en este juicio oral y público demuestran la culpabilidad' de Corella y otras cuatro personas que fueron juzgadas con ella, indicó el juez penal de Managua Octavio Rothschuh, al finalizar el juicio que duró cinco meses.
Corella, de 25 años y estudiante de medicina, recibió la noticia calmada en una audiencia en los juzgados de la capital, a la que asistió ataviada en un elegante vestido azul.
El juez establecerá la condena de la joven en los próximos días, de acuerdo con las peticiones presentadas por la Fiscalía, que demandó una pena de 12 años por ambos delitos, mientras que la Procuraduría pidió 19 y la defensa 10.
Corella fue detenida el pasado 3 de diciembre durante un operativo que la policía nicaragüense realizó de manera simultánea en Managua y Rivas (sur) para desarticular una banda llamada Los Caciques que se dedicaba a traficar drogas en Costa Rica, Nicaragua, Guatemala y México.
En el operativo la policía decomisó más de 200 kg de cocaína y 871.000 dólares.
Según las investigaciones, la pareja de la modelo, el nicaragüense Walter Pereira, era el jefe de la banda criminal en Nicaragua, quien -de acuerdo con la policía- se suicidó antes de ser detenido frente Corella y la hija de ambos.
La niña de cinco años de la modelo fue entregada el 23 de diciembre a su familia en Costa Rica.
La Fiscalía dijo que la costarricense ayudaba a contar y esconder el dinero que la banda recaudada del narcotráfico.
Las autoridades nicaragüenses 'se ensañaron con mi representada' ya que su único delito fue ser la pareja de un criminal y venir a Nicaragua solo 'a sufrir una desgracia', protestó el abogado defensor Carlos Chavarría.
El juez refutó los alegatos de la defensa y afirmó que las pruebas contra la modelo fueron contundentes.
La modelo se negó a tomar la palabra para defender su inocencia. En la audiencia estuvo presente el vicecónsul de Costa Rica en Managua, Álvaro Herrera.