¿Está bien que las parejas discutan? Según la Convención Anual de la American Psychology Association, la respuesta es sí.
Las conclusiones aportadas aseguran que el perdón y el olvido pueden ser beneficios a corto plazo, pero que a la larga son perjudiciales porque no resuelven los conflictos.
El estudio que se basa en el comportamiento de 225 parejas estadounidenses, revela que el enojo y las discusiones son elementos necesarios para resolver los problemas.
Ya que cada pareja decide cómo abordar los problemas que inevitablemente aparecerán durante la convivencia, no existe un protocolo ideal de comportamiento en una relación. Sin embargo, identificar los problemas cuando algo no va bien es una regla básica que no puede pasarse por alto.
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¿Debemos discutir?
El miedo a las discusiones proviene del temor que ocasiona terminar faltando el respeto en esos momentos. Pero se puede discutir sin herir susceptibilidades.
Las discusiones remueven las bases de la pareja, algo bastante saludable porque de vez en cuando conviene recordar por qué están juntos y por qué quieren seguir así.
Una discusión no es más que un debate, un intercambio de opiniones entre dos personas que se quieren y por eso están intentando llegar a un acuerdo en sus diferencias.
Al final el estudio concluye que lo negativo no es discutir, sino evitar esa discusión y esconder ese malentendido o esa diferencia debajo de la alfombra.