El estrés del trabajo y el sofocante ritmo de la ciudad hacen que la Semana Morazánica sea el puente perfecto entre las vacaciones de Semana Santa y Navidad.
Aunque a diferencia de estos feriados, cuando los hogares ya tienen sus ahorros en el verano o reciben el aguinaldo en diciembre, el asueto de octubre toma a las familias desprevenidas con los bolsillos vacíos.
Es ahí donde las casas de empeño llegan como los redentores de último momento, el salvavidas en medio del océano o el vaso de agua en el desierto.
La revolución tecnológica, los nuevos requisitos de los prestamistas y la desesperación por ir tras el 'gustazo' provocan que los hondureños empeñen insólitos artículos.
Las tasas de interés varían de negocio: entre 10 a 30 por ciento es el rango, al menos en los locales de la capital de Honduras.
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Para cancelar la deuda, los clientes tienen un plazo por lo general de 60 días para cancelar, aunque a los preferenciales o asiduos se extiende a 75 días.
A lo la de tres años, EL HERALDO ha realizado recorrido por las casas de empeño y cada año las sorpresas varía, pero lo que es constante es que los hondureños están dispuestos a entregar lo que sea por el relax de una semana.
Automóviles, motocicletas, escrituras, armas y herramientras de trabajo figuran en el listado de las casas de empeño.