Tegucigalpa, Honduras
La representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en Honduras, María Soledad Pazo, ya tiene establecidas las prioridades relacionadas al trabajo que va a desarrollar en el país.
En entrevista concedida a EL HERALDO, la representante residente, que llegó a Honduras en septiembre, detalló que las labores estarán enfocadas en el combate a la impunidad, el fortalecimiento del sistema de justicia al igual que los mecanismos de protección de los derechos humanos.
¿Qué representa para usted trabajar en Honduras?
Para alguien que trabaja en derechos humanos, este país representa un gran aprendizaje. Hay tantos hechos para trabajar, temas de justicia, pueblos indígenas, tema de empresas y derechos humanos, impunidad, tema de defensores, compañías de seguridad privada, fragilidad de instituciones, es realmente muy rico y es un lugar ideal para aprender.
Diferentes organizaciones denuncian que se violentan los derechos humanos, ¿en cuáles se va a enfocar?
Nosotros tenemos prioridades a nivel temático que ya hemos identificado.
¿Cuáles son esas prioridades?
Las prioridades son el combate a la impunidad, fortalecimiento del sistema de justicia, los mecanismos de protección de los derechos humanos y vamos a trabajar el tema de reforma del Poder Judicial. También en la administración de la justicia, el acceso a la justicia, sobre todo con grupos que están en posición de desventaja, extrema pobreza y los grupos vulnerables, aplicando el enfoque del estándar del derecho internacional. También se dará asistencia técnica a las autoridades para que puedan efectivizar el cumplimiento de los derechos a los grupos vulnerables.
'Nuestra misión es trabajar con el Estado y responder a casos importantes de alto impacto”. |
¿Conocerán casos de alto impacto en Honduras?
Nuestra intención es trabajar con el Estado, con el Ministerio Público, con el fiscal general y la Corte Suprema de Justicia y fortalecer capacidades para responder a casos importantes de alto impacto.
¿Y sobre supuestas violaciones de derechos humanos de los campesinos en el Bajo Aguán?
Nosotros a eso le estamos dando seguimiento. Hemos tenido misiones desde antes y desde que yo estoy acá hemos tenido tres misiones para comunicarnos con la gente. Estamos dando seguimiento a las medidas de protección que han pedido como colectivo, como defensores de derechos humanos y en especial cuando se registró el homicidio del presidente del MUCA, ya que inmediatamente despachamos una misión para hablar con la gente y con la fiscalía.
¿Qué repercusiones le trae a Honduras el asesinato de José Ángel Flores, presidente del MUCA, ya que tenía medidas cautelares de la CIDH?
Siempre que un Estado no toma las medidas que debería tomar, siempre hay repercusiones y de hecho ya las hay. Pero veo buen avance en el establecimiento de protección para defensores, periodistas, comunicadores sociales y se ve como un avance muy importante haber nombrado a una directora como Nora Urbina, que es una persona muy dedicada a fortalecer el mecanismo, es importante que ese mecanismo cuente con la participación de la sociedad civil y nosotros como observadores.
¿Cómo está Honduras en materia de derechos humanos?
Hay mucho por mejorar. Yo no creo que sea bueno para mí dar una proporción. Nosotros estamos aquí para ayudar a mejorar las capacidades, los marcos jurídicos, marcos normativos, el diálogo entre partes, es decir como facilitadores del diálogo.
¿Y en el caso de Bertha Cáceres, qué hará la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos?
Le estamos dando seguimiento al caso de Bertha Cáceres. No es solamente de una manera que se trabaja, sino de diferentes ángulos. Es el de proponer capacidades o proponer medidas al Estado para mejorar la protección o para instaurarlas si no hubiera protección o en casos específicos.
