Tegucigalpa, Honduras
Envueltos en el dolor y en medio de muchas preguntas sin respuestas, familiares sepultaron la tarde del martes a la joven Mónica Krissel Betancourth Ramírez, de 23 años, asesinada por sus propio esposo la noche del pasado domingo.
Las lágrimas y el llanto se apoderaron de la mayoría de los presentes en el camposanto Amor Eterno de la colonia La Era de Tegucigalpa, capital de Honduras.
En tan solo unos minutos familiares, amigos y compañeros de trabajo de la carismática y agraciada joven vieron cómo se esfumaba la luz que durante 23 años brilló entre sus vidas.
“¿Por qué te hizo tanto daño este hombre, por qué?”, lamentó en medio de su incesante llanto doña Zulema Ramírez, madre de la extinta Mónica Krissel.
La compungida progenitora se preguntó en reiteradas ocasiones, mientras contemplaba el cuerpo de su hija dentro del ataúd, por qué el desalmado hombre y compañero de hogar de su hija le quitó la vida de manera tan violenta.
Promesas póstumas
Ante tanta nostalgia en su sepelio, las promesas póstumas no se hicieron esperar para la fallecida y extrañada Mónica.
“Te prometo que voy a cuidar a tú bebé tanto como te cuidé a vos amor”, repetía con su voz entrecortada la acongojada mamá.
Producto de la relación entre Mónica y Cristian Marcía Flores, su compañero de hogar y presunto victimario, nació una niña, la que ahora tiene cuatro años de edad y que jamás volverá a ser consentida por su madre.
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El momento se prestó para que los presentes supieran de voz de doña Zulema que vivió 23 años de total felicidad junto a su hija, satisfacción que ya no será la misma en esta familia por la irreparable pérdida.
Al igual que la madre de la joven empleada de Banadesa y estudiante universitaria, sus hermanos mayores y menores no paraban de recordar los momentos que disfrutaron junto a ella y que ahora solo quedaron como eso, recuerdos.
“Jamás te vamos a olvidar hermana, eras de lo mejor”, recordó Israel Betancourth, hermano menor de Mónica.
Asimismo Denis Betancourth, uno de los hermanos mayores de la extinta, exclamó mientras observaba el cuerpo de su hermana que “siempre te llevaremos en el corazón hermana, siempre”.
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Masiva presencia
El cariño y muestras de pesar y afecto para la familia Betancourth Ramírez no se hicieron esperar por parte de una gran cantidad de personas que llegaron a darle el último adiós a la joven residente en el barrio Guamilito de Comayagüela.
Amigos, vecinos, familiares, compañeros de trabajo y de estudios llegaron hasta el cementerio para despedirse en medio del dolor que embargó a todos los que le conocieron.
Mientras tanto, los halagos no paraban por parte de su madre en el difícil momento de su definitivo adiós terrenal.
“Mírate tan bella, me truncaron todo amor”, sollozó la adolorida mujer.
Claman justicia
Sus parientes y conocidos suplicaron también durante el sepelio a las autoridades para que puedan dar con la pronta captura del responsable de la muerte de Mónica Krissel, que hasta este momento el principal sospechoso es el joven Cristian Calixto Marcía Flores.
La caída de tierra sobre el féretro se volvió el momento más duro para todos los que le quisieron, pero había llegado el momento de decir hasta luego a esta vida que brilló solo 23 años.
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