El Departamento de Estado de Estados Unidos renovó este lunes, tres días después que Donald Trump asumiera el poder, la advertencia a sus ciudadanos para que eviten viajar a Honduras.
La institución advierte a los ciudadanos estadounidenses que consideren cuidadosamente los riesgos de viajar principalmente al departamento de Gracias a Dios, al nororiente en Honduras.
Además, advierte que las mayores áreas urbanas de Honduras como, San Pedro Sula, Tegucigalpa y La Ceiba, tienen tasas de criminalidad y violencia muy altas.
La medida viene a reemplazar la advertencia de viaje a Honduras con fecha 5 de agosto de 2016.
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Sobre Gracias a Dios, la Embajada de Estados Unidos restringe al personal del gobierno de los EE. UU. de visitar esta zona, debido a la frecuente actividad de delincuentes y miembros del narcotráfico.
'No existe una buena infraestructura, los servicios gubernamentales son limitados y la presencia policial o militar es escasa. Aquellos que decidan viajar o residir en Gracias a Dios deben permanecer alertas a las condiciones locales y señales de peligro', señala.
Según la advertencia, la delincuencia actúa individualmente y en pandillas en áreas de Tegucigalpa, San Pedro Sula y La Ceiba, donde 'cometen asesinatos, extorsiones y otros crímenes violentos'.
El Departamento de Estado revela que cerca del 70% de los homicidios de ciudadanos estadounidenses ocurridos desde 2010 en Honduras, sucedieron en estas áreas urbanas.
Tilda además a San Pedro Sula y Tegucigalpa como dos de las ciudades más violentas del mundo.
'Los delincuentes operan con un alto grado de impunidad', enfatiza la nueva alerta.
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