El presidente Juan Orlando Hernández no descartó este martes la construcción de nuevos centros penales en Honduras para encerrar a los protagonistas del crimen.
El anuncio lo hizo durante la entrega de las reformas al Código Penal -publicadas en La Gaceta- a las autoridades de Fuerza de Seguridad Insterinstitucional Nacional (Fusina), evento realizado en instalaciones del Liceo Militar del Norte en San Pedro Sula.
'Hoy venimos a hacer entrega a los miembros de Fusina estas reformas penales con un instrumento muy valioso que representa lo que ustedes han interpretado como necesario para ser más efectivos en su trabajo', expresó.
Manifestó que 'la delincuencia nos ha azotado por casi una década, éramos el país más violento en la faz de la tierra, hemos avanzado, pero falta mucho'.
'Estas reformas implican cambios en el sistema penitenciario del país', apuntó Hernández al referirse a la construcción de los nuevos centros penales.
'Ese delito de extorsión requiere de mucho trabajo y efectividad y aunque siempre supimos que Fusina está de acuerdo en hacer su parte, también se requerían las reformas penales para tener mayor efectividad'
dijo Hernández.
Caber recordar que durante el actual gobierno se ha desarrollado la construcción de cuatro centros penitenciarios, edificios que son tipificados como de máxima seguridad.
Uno de estos centros fue construido en Ilama, Santa Bárbara, llamada El Pozo y que ya está en funcionamiento; mientras que la de El Provenir, Francisco Morazán; y La Tolva en Morocelí, El Paraíso, aún no han sido habitadas.
El gobierno también trabaja en la ejecución de un nuevo centro penal ubicado en Naco, Cortés.
En ese sentido. Hernández señaló que declarará de interés público trasladar los centros penitenciarios que actualmente estén cerca de sectores urbanos, como es el caso de San Pedro Sula.
'La ley de reformas a los centros penitenciarios comprende una gran cantidad de reformas, desde calificar la condición de los reos especialmente con los centros que se ubican en zonas urbanas'.
Otra de las medidas que se derivan de las reformas hechas al Código Penal es que no deberán haber residencias particulares en los alrededores de las cárceles, por lo menos en 500 metros, con la respectiva compensación para los dueños de terrenos.
Además se prohibirá tomar fotografías y videos, y el uso de drones que sobrevuelen las cárceles.