Tegucigalpa, Honduras
Bajo un ambiente democrático-electoral, los simpatizantes del Partido Liberal salieron este domingo a votar en todo el país para escoger al candidato que representará a este instituto político en los comicios generales de noviembre próximo.
Aunque los líderes “cheles” aseguraron que saldrían “hasta por debajo de las piedras”, la realidad en las urnas fue otra. Rodeados de sus seres queridos o en solitario, los seguidores de este instituto político tradicional ejercieron el sufragio durante la fiesta cívica en la que participaron cinco movimientos internos. Aunque no portaron distintivos al momento de la votación, ciertas personas como doña Fidelina Andrade demostraron ser una liberal “de mera sepa”.
A pesar de su discapacidad y otros problemas de salud no le impidieron a la octogenaria ejercer el sufragio en la escuela Toribio Bustillo de la colonia Las Brisas. Andrade votó de forma asistida por un miembro de la Mesa Electoral Receptora (MER) y a viva voz le dio a conocer los precandidatos de su predilección en el PL. En múltiples centros capitalinos de votación se dio la misma particularidad que es conocida como voto duro dentro de una organización política.
Acompañados
Casi todos los precandidatos presidenciales, así como de otros niveles electivos, llegaron acompañados de aspirantes a lo interno de las corrientes, a excepción del coordinador del movimiento Alianza Popular Progresista (APP), Carlos Montoya. El primer postulante liberal a la primera magistratura del país que ejerció el sufragio fue Eduardo Martell, quien encabeza la corriente Nueva Actitud. “Se acaba la estructura, esa vieja clase política tradicional que ha gobernado el partido llega a su fin e inicia un nuevo rumbo”, manifestó. Mientras que la lideresa del movimiento Nuevo Liberalismo, Gabriela Núñez, fue la última en votar debido a que estuvo apoyando a varios correligionarios en sus lugares de origen. Luis Zelaya, precandidato de la corriente Por Honduras, por nosotros, fue el único que no ejerció el sufragio en el Distrito Central, sino que lo hizo en el municipio de Santa Lucía.
Ambos precandidatos -considerados los más fuertes- se autoproclamaron como ganadores por medio de encuestas a boca de urna. Zelaya destacó que “estamos con confianza, el margen es significativo y los resultados son contundentes; a partir de hoy una Honduras nueva empieza a construirse”. Expresidentes liberales como Carlos Flores volvieron ayer a la palestra pública para dar su respaldo en las urnas a los aspirantes de su preferencia. “La unidad dentro del partido debe de producirse, estoy prácticamente seguro de que estos candidatos en todos los niveles electorales van a unirse porque el partido se está recuperando”, declaró. De su lado, Roberto Micheletti apuntó que “creemos que estas elecciones van a ser un ejemplo democrático para todo el mundo y especialmente para nuestro país”. Algunos votantes del partido de la insignia rojo, blanco, rojo acudieron a última hora para no quedarse sin el derecho a elegir.
