Tegucigalpa, Honduras
Con el traslado masivo de 773 privados de libertad a la cárcel de máxima seguridad de Morocelí, El Paraíso, la Penitenciaría Nacional de Támara quedó libre de mareros y pandilleros.
Una fuente ligada al Centro Penitenciario, confirmó a EL HERALDO que todos los miembros de la Mara Salvatrucha y de la pandilla 18 fueron enviados el martes a El Pozo II.
Es decir, que los módulos de la Penitenciaría, denominados Procesados II y Escorpión, donde se albergaban estos 773 criminales, quedaron completamente vacíos.
Esto ha facilitado a las autoridades descubrir todos los lujos con que los presidiarios vivían en la PN.
El miércoles, las autoridades hicieron un recorrido por los dos módulos en donde estaban recluidos los pandilleros y pudieron verificar cada uno de los detalles del interior de la cárcel, pese a las prohibiciones de la ley. Los lujosos dormitorios en donde se hospedaban los reos quedaron completamente abandonados.
Con su traslado, este grupo, considerado uno de los más peligrosos del país, fue despojado de los lujos con los que vivía en el interior de la PN.
Juegos de video, televisores, aire acondicionado, refrigeradoras y camas, entre otros, tenían a disposición los privados de libertad.
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En un mes, las autoridades han aislado a 1,528 privados de libertad pertenecientes a la MS y a la 18, los cuales son considerados los más peligrosos del país.
A estos se le suman los 37 pandilleros que fueron enviados ayer desde las cárceles de El Porvenir, La Esperanza y Támara hasta La Tolva o El Pozo II. Es decir, que la totalidad de los miembros de los dos grupos criminales fueron enviados a cárceles de máxima seguridad.
“Se hizo lo mismo que ocurrió en el penal de San Pedro Sula”, dijo la fuente.
Desde el interior de La Tolva, los pandilleros ya no tendrán oportunidad de ordenar matanzas y mucho menos el cobro del impuesto de guerra, porque se encuentran totalmente aislados.
Recientemente, en un despliegue de las fuerzas de seguridad del país, cientos de reos fueron aislados y enviados a la cárcel de máxima seguridad en Ilama, Santa Bárbara.
De acuerdo a las autoridades gubernamentales, se han bajado los homicidios hasta en un 17 por ciento en comparación al año anterior.
Esta misma versión fue reafirmada recientemente por el presidente de la República, Juan Orlando Hernández.
“Estos han sido los privados de libertad, como grupo, que más luto y dolor han provocado al pueblo hondureño”, indicó el mandatario.
También el miércoles fueron trasladados los miembros de maras y pandillas que estaban recluidos en la cárcel de El Porvenir, Francisco Morazán.
Pese a que fueron trasladados al mismo centro penal, los miembros de la pandilla 18 estarán aislados de la Mara Salvatrucha, a fin de evitar problemas entre ambas estructuras criminales, consideradas enemigas.
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Perfiles criminales
Hay jefes de maras y pandillas que figuran entre los trasladados. Fueron despojados de su comodidad, en la considerada universidad más grande del crimen en Honduras, para ser enviados a una cárcel que cumple con todos los estándares internacionales.
Dentro de este grupo de reos aislados se encuentra uno de los más peligrosos, que desde el interior de la prisión ordenaba crímenes de alto impacto, secuestros y cobro de la extorsión, entre otros delitos.
Pese a sus condenas, estos pandilleros dominaban la criminalidad organizada desde el interior de la Penitenciaría Nacional de Támara.
En esta lista están los principales cabecillas y jefes de las maras, condenados por los más atroces crímenes.
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Uno de los pandilleros trasladado es Adonis Martínez, alias “Cara Quemada”, quien es considerado uno de los jefes a nivel nacional de la pandilla 18. Este pandillero, supuestamente, ha ordenado una serie de crímenes en la capital.
Las autoridades lo acusan de delito de asociación ilícita y asesinato. Sin embargo, hasta ahora no ha sido sentenciado.