Tegucigalpa, Honduras
La extensión de apenas seis meses que dio el gobierno de Estados Unidos al Estatus de Protección Temporal (TPS) para los haitianos es solo un indicio de lo que puede pasar en Centroamérica, incluyendo a Honduras.
La renovación aprobada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) es la más corta de la historia, ya que siempre se extendía el beneficio por 18 meses, y ha puesto en alerta a la comunidad hondureña en ese país.
El secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, dejó entrever que el plazo otorgado solamente servirá para que los haitianos consigan documentos y realicen los preparativos para su salida final de Estados Unidos.
Esta situación desde ya pone en zozobra a los 60 mil hondureños que son beneficiados por el TPS.
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Al inicio de este programa eran 100 mil los compatriotas amparados, es decir que en la actualidad son 40 mil menos. Según Cancillería, las personas que perdieron este beneficio no cumplían con los requisitos establecidos en la ley, o no tenían cómo pagar el costo de la adscripción.
La renovación de medio año que ha otorgado Estados Unidos a Haití “es como un mensaje para Centroamérica; y la coincidencia es que les dieron la ampliación del TPS por seis meses y coincide porque el permiso de trabajo para los hondureños se vence el 5 de enero del 2018”, mencionó Francisco Portillo, miembro de la Organización Francisco Morazán en Miami, Florida.
Este beneficio que permite residir y trabajar legalmente en Estados Unidos vence el próximo 5 de enero tanto para los hondureños como para los nicaragüenses, amparados en ese estatus desde 1999 un año después que el huracán Mitch pasara por Centroamérica dejando a centenares de familias afectadas y provocando una migración masiva en busca del “sueño americano”.
En el caso de El Salvador, el permiso temporal vence el próximo 9 de septiembre, lo que significa que sería el primer país de Centroamérica en saber si los beneficiados continuarán en Estados Unidos o tendrán que regresar a su país de origen.
La decisión de ampliar el TPS por seis meses a Haití evidencia el cambio en las políticas migratorias en esa nación de Norteamérica, según las autoridades de Cancillería. Tales medidas no solo afectan a quienes se encuentran en situación irregular, sino también a aquellos que se encuentran bajo beneficios migratorios.
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TPS
El Estatus de Protección Temporal es un programa destinado a los países en crisis, ya sea por la violencia, desastres naturales o situaciones que ponen en riesgo a la población. Solamente 13 naciones han recibido el TPS y a la fecha solo ocho cuentan con este beneficio, según la página del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés). Desde diciembre del 2016 Sudán y Sudán del Sur dejaron de formar parte de los “tepesianos”, e igual desde mayo Guinea, Liberia y Sierra Leona.
Según el documento de la denegación, el gobierno de Estados Unidos determinó que las condiciones actuales de Guinea, Liberia y Sierra Leona ya no ameritaban la designación del TPS, sobre todo porque la transmisión generalizada del virus del ébola en los tres países, que era la razón por la que se les concedió el estatus, ya no representaba ningún peligro.
Actualmente los migrantes de Centroamérica y el Caribe amparados en el TPS son alrededor de 320,550.
El Salvador tiene 200 mil “tepesianos”, Honduras 60 mil, Nicaragua 2,550 y Haití 58 mil beneficiarios.
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Actividades
Aunque muchos hondureños mantienen la esperanza de que el gobierno estadounidense aprobará el TPS por décimo quinta vez, otros simplemente son del criterio de que los compatriotas beneficiados serán deportados al país.
En los próximos días, la organización Francisco Morazán iniciará una campaña de concientización en la que incluirá el envío de 20 mil tarjetas postales al presidente estadounidense Donald Trump y al secretario de Seguridad Jonh Kelly.
“Esto es para pedirle que nos tome en consideración y que nos dé una nueva extensión del TPS por mientras resolvemos los problemas de nuestro país”, detalló Portillo.
Otra de las actividades que piensan realizar es visitar la capital de Estados Unidos, Washington DC, para solicitar a los congresistas y senadores que brinden apoyo a los hondureños.
Las actividades serán realizadas en conjunto con otras organizaciones defensoras de derechos de los inmigrantes en ese país.
Por su parte, Jorge Rivera, miembro de la organización Hondureños Unidos en Dallas, Texas, es del criterio de que la situación actual en Estados Unidos no permitirá que se amplíe este programa. “El problema es que el gobierno (estadounidense) no quiere, ya nos han dado mucho tiempo. Desde 1999 que nos dieron el TPS el país ha cambiado, dicen ellos”, indicó.
Que Estados Unidos no renueve el TPS podría representar un retroceso para Honduras, de acuerdo al defensor de derechos de los inmigrantes.
Crisis
¿Podría Honduras facilitar programas de reinserción al haber deportaciones masivas desde Estados Unidos?
Para Rolando Sierra, director de la Facultad Latinoamericana de ciencias Sociales (Flacso), esta interrogante pone en aprietos al país.
“Sería una crisis de deportación que tendría impacto sobre las remesas, las familias y sobre todo el empleo”, argumentó.
Añadió que la posible denegación a una ampliación podría ser otra forma de realizar deportaciones.
Aunque también señaló que la situación y condición de Haití es diferente al resto de los países. Al igual que la relación de Estados Unidos con cada nación de Centroamérica y el Caribe.
No obstante, para el director de Flacso esto representa una advertencia para el resto de países que están próximos a renovar el TPS.
En ese sentido, advirtió que “Honduras debe de ir tomando medidas, anticipándose a cualquier situación. Especialmente con el tema de reinserción y empleo”.