Tegucigalpa, Honduras
Tras haber evacuado toda la carga probatoria del caso conocido como “empresas de maletín” del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), dos de las imputadas decidieron declarar su versión de los hechos frente a los jueces.
La primera en brindar su testimonio fue Michelle Alejandra Rojas, esposa de José Zelaya, quien es considerado el cerebro de todo el escándalo de corrupción en el centro asistencial y aún se encuentra prófugo de la justicia.
Rojas es señalada por el Ministerio Público de ser la socia principal de la empresa de maletín Sumimed.
De acuerdo con lo relatado por la imputada, su esposo José Zelaya la obligó a llenar algunos de los cheques de la empresa Sumimed.
Declaró que su matrimonio desde el 2013 se convirtió en un verdadero infierno porque había personas conocidas que le decían que su compañero de hogar le estaba siendo infiel.
Y en efecto, Zelaya mantenía una relación sentimental con Ilsa Vanessa Molina, más conocida como “La Palillona”, con quien procreó una hija.
Aseguró que nunca conoció la casa que su esposo estaba construyendo en la colonia Lomas del Guijarro Sur, sin embargo, reconoció que estaba comprando un terreno en la zona.
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“No tengo casa aquí ni en Estados Unidos, desde que me casé nunca he tenido casa”, dijo la imputada.
“Cuando le reclamé a José me dijo que todo era mentira, que para qué hacía caso al chisme, que la gente nos tenía envidia, que todo era un invento. En ese momento yo estaba embarazada de mi tercer hijo”, dijo.
En agosto de 2013, “mi esposo me dijo que haría un viaje de un mes a China, pero 15 días los pasaría en Europa. Antes de que se fuera le revisé la maleta de viaje y encontré dos facturas de unas joyerías en Estados Unidos y hasta una pastillas plan b, en ese momento callé porque cuando viniera le iba a reclamar”, señaló.
El Tribunalconvocó a las partes para comenzar con la etapa de conclusiones el sábado en horas de la mañana. Este caso deberá concluir antes del 14 de junio, día en que se vence la prisión preventiva a más de un imputado. |
Estando en el viaje una persona se acercó para decirle que su esposo le había comprado a su amante Ilsa Molina un apartamento y una casa en Miami, una casa en la residencial Portal del Bosque y una casa en Las Hadas, pero que ellos vivían en un apartamento en la Tepeyac.
Dijo que se dio cuenta que su esposo no solo la engañaba con “La Palillona”, sino que con “cuanta mujer se le pusiera por enfrente”.
Días más tarde Michelle Rojas procedió a revisar el Facebook de su contrincante, encontrándose con fotografías tomadas en Rusia, Dubái, China, Ámsterdam y otros lugares.
“En 15 años no me dio lo que a ella le dio en tres, tenía una doble vida”, relató Rojas. A finales de 2013 Michelle puso punto final a la relación. “No quería saber nada de él”, dijo.
Sin embargo, entre febrero y marzo de 2014 comenzaron a entablar nuevamente una comunicación. Zelaya volvió a conquistar el corazón de Michelle.
“Me dijo que estaba en Nicaragua y junto a mis hijos nos fuimos para allá”. Pero meses más tarde todo volvió a ser un calvario para Rojas y sus tres hijos.
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“Me fui creyendo que todo iba a cambiar, pero solo fui a sufrir: no pagaba la escuela de mis hijos, él seguía en contacto con Ilsa, a quien le mandaba el dinero porque su hija estaba en cuidados intensivos”, señaló.
Aseguró que en agosto de 2014 decidió retornar al país, dejando una vez más a Zelaya. “Sin importar me vine a que me capturaran, a que me responsabilizaran sin tener participación directa”, manifestó.
Aseguró que en los próximos días cumplirá dos años y medio de estar encarcelada, “los cuales han sido de sufrimiento y de dolor, ese hombre tenía que venir a dar la cara, nunca apareció”, dijo.
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Ya casi para finalizar con su deposición aseguró que “no sé quién es José Zelaya, no sé con quién me casé, si hubiera obedecido a mi madre nunca me hubiera casado”.
Además, indicó que durante estaba en matrimonio con Zelaya nunca les faltó nada. Asimismo, dijo que desconoce cómo aparece de socia de una empresa en Panamá si nunca viajó a ese país.
“No tengo la menor idea de dónde se encuentra José Zelaya y si lo supiera ya les hubiera dicho”, concluyó.
Por su parte, la señora Susette Atúan Rojas aseguró que el dinero que encontraron en sus cuentas fue parte del pago de una deuda que su difunto esposo mantenía con el exgerente de compras del IHSS, José Zelaya.
Dijo que una vez fallecido su exesposo Zelaya procedió a cancelarle el millón de lempiras de la deuda.
Presuntamente, el exesposo de Atuán Rojas y José Zelaya fueron socios en una empresa que se dedicaba a la venta de pinturas en la capital.
Posteriormente, ella contrajo nupcias con su segundo esposo y es allí cuando deciden comprar una vivienda en la colonia Miraflores Sur.
Certificó que el dinero que ingresó en sus tres cuentas fue producto de su salario y de una deuda que Zeaya tenía con su exesposo.
Atuán recordó que ella fue capturada en el momento preciso en que surgió la denominada marcha de las antorchas.
