San Pedro Sula, Honduras
Con veneno para ratones fue intoxicado el pequeño Edgardo Ariel Reyes (6), quien murió el pasado 3 de julio luego de cenar baleadas preparadas por su progenitora en la colonia Godoy del sector López Arellano de Choloma, Cortés.
Así lo confirmaron este martes las autoridades tras realizar una serie de investigaciones sobre el hecho en el que también sus hermanitos, una niña de ocho años y un bebé de nueve meses, resultaron afectados.
La noticia de los tres pequeños intoxicados -junto con su padre- conmocionó a Honduras, ante las sospechas de que la misma madre hubiera tenido alguns responsabilidad en el crimen, sin embargo poco después las autoridades la descartaron como sospechosa.
En un principio, la Policía detuvo a la mamá del pequeño, Francisca Mabel García, pero fue puesta en libertad porque no encontraron méritos para acusarla en los tribunales por la muerte del menor.
Las indagaciones de la Policía establecen que en la vivienda de la familia del niño encontraron residuos de veneno para ratones.
Lamentablemente, los tres niños cenaron con las baleadas que habrían resultados contaminadas con el veneno por una mano criminal.
En su momento la madre relató que mientras preparaba la masa para las baleadas les sintió un olor extraño, pero jamás se imaginó lo que podría contener.
Las autoridades indicaron que las averiguaciones han dado un giro y las sospechas del crimen del menor recaen ahora sobre otras personas ligadas de manera cercana a los padres del niño.
Tras varios días, los otros dos hermanitos lograron sobrevivir, no así el pequeño Edgar Ariel quien murió poco después de ser traslado al hospital.
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