La Paz, La Paz, Honduras
¡Cuartelero! Se escucha una voz masculina y fuerte en el pabellón. De la nada y en medio de la oscuridad aparece un joven de contextura delgada y de estatura mediana. ¡Buenos días, mi señor!, contesta. Levante a todos los aspirantes. En segundos, luces fluorescentes comienzan a iluminar la extensa habitación.
Un fuerte llamado se escucha nuevamente. ¡Atención! ¡Buenos días, aspirantes!
Un estruendoso grito que podría escucharse a kilómetros de distancia es vociferado por decenas de jóvenes.
Firmes a la par de sus camas, con la mano erguida en la frente, con voz de guerra y al unísono, 75 aspirantes a convertirse en los nuevos miembros de la Policía Nacional de Honduras contestan: ¡Buenos días, mi inspector Archaga Rodas!
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Son las 3:55 de la mañana.
Estamos dentro de las instalaciones del Instituto Tecnológico Policial (ITP), en la ciudad de La Paz, lugar donde se forma la nueva generación de policías de Honduras. Ellos son el presente y el futuro de la renovada Policía Nacional.
EL HERALDO se adentró en las remozadas y modernas edificaciones del ITP para mostrarles cómo es un día en el proceso de formación de los hombres y mujeres que servirán a la patria investidos de policías.
La rutina
3:55 AM-¡A levantarse!
Aún con ropa interior para dormir, comienza el correr de la multitud de muchachos en busca de las duchas. En menos de 15 minutos deberán estar listos para abandonar la habitación. De lo contrario viene la primera amonestación. Después de 12 minutos la mayoría de los aspirantes están casi listos para salir. Afuera les espera una ardua y rutinaria práctica de ejercicios, nada fácil.
¡Atención!, vuelve a exclamar el oficial de Policía encargado de instruir a los jóvenes. Saliendo todos, manda. En medio de la arenga, el inspector repite frases como: “¡saquen la fibra!” y “¡vamos, todos afuera!”
Inesperadamente el oficial inicia una cuenta regresiva desde 20. Desde el fondo del pabellón y de en medio de las literas empieza un frenesí.
4:10 AM-Cuenta regresiva
La razón de la premura y la veloz carrera que emprenden los jóvenes, algunos aún adormitados, es que si no llegan antes de que la cuenta regresiva del inspector finalice les tocará la primera amonestación del día.
En efecto, muchos de ellos no alcanzaron a cruzar la puerta antes de que finalizara la cuenta regresiva emulando 20 segundos de tiempo.
¡Firmes!, les dice el inspector. La orden es acatada. Y continúa: ¡Tenderse! De acuerdo al número que solicite el policía los alumnos inician la repetición de pechadas, contando en voz alta.
Este mismo proceso se repite con los que se van quedando rezagados y a quienes les costó un poco más de tiempo alistarse para salir a hacer la rutina de ejercicios.
4:15 AM-Inicia la actividad física
Para las 4:15 de la mañana, aún sin asomarse el alba, alrededor de 790 jóvenes se colocan de forma disciplinada en pelotones, los grupos se forman por género y promociones; listos para comenzar a ejercitarse.
Antes de eso, el oficial al mando pasa revisión de las tropas, la información es proporcionada por los estudiantes encargados de cada compañía, luego es transferida a los instructores y así hasta llegar al mando máximo de esta academia, quien también es partícipe de la rutina de ejercicios junto a la multitud de principiantes.
Sin embargo, no todo es rudeza. También son conscientes de que hay un ser supremo.
A solo minutos de iniciar, uno de los estudiantes dirige una oración pidiendo al Divino Creador por el buen desarrollo de sus actividades diarias.
Llegó el momento de experimentar en carne propia el sacrificio, la disciplina y lo riguroso que suele ser la preparación de un aspirante a policía.
Unido a uno de los pelotones comenzamos a vivir la experiencia, al menos en la parte física, de cómo es un día en la formación de los policías que egresan del Instituto Tecnológico Policial (ITP).
4:20 AM-¡A correr!
De repente hombres y mujeres sobre la marcha comienzan a cantar canciones. Esto les da moral para no desmayar, aseguran.
Después de media hora y habiendo corrido un poco más de nueve kilómetros alrededor de una pista, otra dura prueba nos espera: pechadas y abdominales. Ellos las superan con facilidad, en cambio nosotros terminamos exhaustos..
6:30 AM-La primer comida
Ya con los primeros rayos del sol saliendo en el horizonte y es hora de meterse nuevamente a las duchas, luego viene el desayuno.
Para no perder la disciplina, a paso redoblado centenares de jóvenes realizan el éxodo desde sus dormitorios hacia el comedor donde se puede atender a 950 personas a la vez.
“El rancho”, como le denominan ellos a las comidas, es tomado hasta las 6:30 de la mañana como hora límite.
6:40 AM-Aseo
A las 6:40 son llamados nuevamente a formación, donde se inspecciona si sus uniformes están debidamente corregidos.
Sin mucho recordatorio por parte de sus superiores, cada estudiante inicia labores de aseo en las extensas instalaciones del ITP. Es parte de la disciplina que se les inculca.
7:00 AM-Hora de clases
Cuando se marcan las 7:00 de la mañana inicia lo que podríamos denominar tal vez la base para formar el nuevo modelo de policía: su educación en las aulas.
En 10 meses, divididos en períodos de nueve semanas, los estudiantes reciben 24 asignaturas basadas esencialmente en derechos humanos y ética profesional, sin dejar atrás el uso de las armas y cómo tratar al ciudadano.
11:30 AM-Tiempo para almorzar
Tras unas horas en las aulas de clase, es tiempo de acercarse al comedor, el almuerzo les espera desde las 11:30 de la mañana para que el numeroso grupo logre comer en el tiempo estipulado..
3:00 PM-Vamos a jugar
El tema físico y recreacional es fundamental en su formación; a las 3:00 de la tarde tienen unas horas para jugar fútbol, baloncesto u otras disciplinas.
9:00 PM-A dormir
El día se hace corto teniendo tanto que hacer: física, estudios, aseo, etc... rápido cae la noche y cuando ven sus relojes son las 9:00 PM, es hora de buscar la cama. Al siguiente día vendrán nuevos retos para los futuros miembros de la Policía Nacional.
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