Tegucigalpa, Honduras
Las barras y las estrellas son su hogar. Honduras los vio partir, dolió, y si los obligan a regresar, estará ahí para recibirlos con los brazos abiertos .
El Estatus de Protección Temporal (TPS) vive momentos determinantes para 56,790 familias que afianzan su fe en una decisión positiva. Ya se agotó toda solicitud diplomática, la última fuerza aún toca puertas en suelo estadounidense. Allí, la Cancillería, el gobierno, el Congreso Nacional, las iglesias, la embajada y las asociaciones de hondureños se hacen un nudo para fundamentar porqué el TPS debe ampliarse.
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En descarga de los tepesianos está la honradez, la educación y el trabajo. Bajo estos pilares se plantea su hipotético regreso e incorporación a la sociedad hondureña en el que sería el más traumático de los escenarios que esperan vivir, ya que los obligaría, nuevamente, a empezar de cero.
Negocios, trabajo y estudio
La fuerza laboral de los tepesianos no está en duda. Su retorno al país pasa por una serie de situaciones en las que una deportación masiva resulta casi imposible, en primera instancia por la carga económica, tiempo, logística que implicaría mover estas personas.
Los migrantes que se queden en suelo estadounidense ya no contarán con un permiso de trabajo y sus empresas estarán bajo la lupa de las multas, posiblemente tendrán que cambiar de domicilio, no transitarán en paz, en otras palabras será una vida diferente.
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El economista Hugo Noé Pino planteó un panorama para aquellos pocos que hipotéticamente toquen de nuevo el territorio hondureño. En el aspecto laboral está masa de personas se desarrolló en actividades de servicio y construcción. Estas ocupaciones les permiten ostentar un buen ingreso en Estados Unidos, caso contrario en Honduras donde estos oficios reciben el salario mínimo.
“Es una situación en la que la oferta laboral actualmente supera la demanda, generando desempleo”, opinó.
Ahí podría entrar el aspecto emprendedor de los tepesianos que regresen a Honduras con un buen ahorro. “No creo que posean grandes ahorros, alguno tal vez sí, pero pocos”, aseveró Pino.
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Apoyo incondicional
El gobierno, por su parte, enfatizó que los tepesianos no están solos. Su oferta se avala en los proyectos sociales impulsados por el presidente Juan Orlando Hernández que han llegado a miles de hondureños.
Además de la preparación de un escenario laboral para el retorno de estas personas. El aspecto educativo es otro factor determinante, esto en el caso de los hijos de tepesianos que se incorporen al sistema educativo.
En ese sentido, Elia del Cid, viceministra de Educación, expresó que ya hay un parámetro y es con los niños migrantes que han sido retornados. “Es un acompañamiento, la mayoría vendría al sistema público, con apoyo de organizaciones y gobierno pueden adaptarse”, comentó.
Para Pino, el choque emocional sería fuerte, pues el sistema educativo no está capacitado para brindar una transición de lenguaje y por ende una adaptación. “No es solo la capacidad de brindar un espacio en un aula, esto va más allá”, argumentó.
La misión diplomática no para
En Estados Unidos crece el optimismo de la comisión diplomática hondureña, integrada por la canciller María Dolores Agüero; la vicecanciller Andrea Matamoros y el embajador acreditado en Washington, Marlon Tábora.
Asimismo, están en la capital federal estadounidense los diputados Waldina Paz, Esdras Amado López, Juan Diego Zelaya y Edgardo Martínez.
Las reuniones que estos funcionarios hondureños tuvieron con seis congresista dejaron opciones abiertas.
Mike Coffman, congresista republicano del estado de Colorado, lanzó su postura.
“Más allá de la ampliación del TPS, debemos pensar en una reforma migratoria integral que incluya ‘tepesianos’”, indicó.
Al buen ambiente se sumó Eliot Engel, congresista demócrata por Nueva York. “Tengan la seguridad de que Honduras es importante para mí y lo que pueda hacer para apoyar y fortalecer la relación con Estados Unidos pueden contar conmigo”, dijo.
La misión también se entrevistó con Mike Capuano, demócrata de Massachusetts, que mostró su admiración por los tepesianos, a quienes considera “parte integral del tejido social y económico de Estados Unidos”.
Ante este termómetro político, la canciller María Dolores Agüero manifestó que todos los congresistas que visitaron ya han enviado cartas al Departamento de Seguridad de Estados Unidos en la que solicitan una extensión al TPS.
Agüero enfatizó que más allá de un apoyo a corto plazo en la mesa de diálogo se conversó sobre una reforma migratoria integral, la cual se tendría que ejecutar en el lapso de tiempo que el TPS sea ampliado, si así sucede. “Además de agradecerles por ese apoyo para sumarse a los esfuerzos del gobierno de Honduras y de El Salvador, hemos dialogado sobre rutas a futuro, cómo el seguir trabajando en una política de reforma migratoria integral”, manifestó.
La canciller reiteró que lo que Honduras busca es una regularización permanente de nuestros compatriotas o una reforma migratoria integral y, por lo tanto, estos acercamientos y esta relación de un diálogo transparente y constructivo con los representantes del poder legislativo resultan sumamente importantes.
El esfuerzo es inmenso, pese a eso la decisión siempre será soberana de Estados Unidos.
