Tegucigalpa, Honduras
“¡Llamen a la Policía, llamen a la Policía, que mataron a mi papá!”.
Esos eran los desesperados gritos de una pequeña de siete años de edad, al ver que una persona que se transportaba en una motocicleta le había disparado en varias ocasiones a su padre cuando la llevaba agarrada de la mano al salir de la escuela.
El hecho se registró a eso de las 10:00 de la mañana de ayer en el barrio Jesús, en la ciudad de Catacamas, donde perdió la vida el arquitecto Armando Guifarro.
Informes preliminares establecen que el fallecido había llegado al centro educativo a traer a su hija y cuando regresaba estaba una persona en una motocicleta que aparentaba estar hablando por teléfono con alguien más.
El arquitecto Guifarro lo saludó, le dio la mano y cuando le dio la espalda le empezó a disparar mientras caminaba por la acera de la escuela.
Debido a que los disparos le dañaron órganos vitales, murió casi al instante.
En el ataque la menor resultó ilesa, pero totalmente aterrorizada debido a que observó la muerte de su padre, quien la llevaba agarrada de la mano cuando recibió los disparos por la espalda.
En Catacamas, el arquitecto era muy conocido y apreciado y junto a su familia eran propietarios de varias viviendas y un predio donde funciona el mayoreo, el cual era alquilado a los locatarios.
Se informó que hace dos domingos sacó del predio a los vendedores y algunos de ellos reaccionaron muy molestos porque ya habían pagado hasta dos años por adelantado. Según las investigaciones preliminares, el fallecido pretendía cobrar un mayor precio por el alquiler a los locatarios, pero esa versión está en proceso de verificación.
La Policía ya tiene algunas características del responsable del crimen.