El actual mandatario hondureño y presidente electo (2018-2022), Juan Orlando Hernández, compareció este martes en una cadena nacional en la que aceptó los resultados de las elecciones generales de las cuales resultó ganador.
'A todos ustedes, ciudadanos hondureños, nacionalistas, independientes, miembros de otros partidos, hombres, mujeres, jóvenes y adultos mayores, mi gratitud imperecedera, pero sobre todo mi compromiso de no defraudar su confianza, de honrar su esperanza con mucho trabajo, con mucha dedicación, con mucha determinación para construir de la mano de Dios y del pueblo hondureño, una nueva Honduras', dijo Hernández, quien se convierte en el primer presidente reelecto.
Además, el mandatario recalcó que 'mis pensamientos como presidente electo van también para todos aquellos que no votaron por mí, para todos aquellos que eligieron otras opciones electorales, para quienes han hecho oposición cívica'.
En ese sentido, hizo un llamado a las personas que permanecen en manifestaciones. 'A quienes han protestado con violencia en las calles, el llamado es para que hagan uso del legítimo derecho a la manifestación pacífica, respetando la integridad física y los bienes de nuestros hemanos hondureños. Ninguna protesta justifca poner en peligro la vida de otros hermanos hondureños'.
'Las pasadas elecciones revelan una recomposición del terreno político y la necesidad de construir con el concurso de los hijos de esta tierra bendita, un consenso nacional que nos permita trabajar en un nuevo país', reconoció el mandatario.
'No es tiempo de recriminar, sino de aceptar, es el tiempo de construir el mañana que es nuestro, el amanecer que debe alumbrar a nuestros hijos y a las futuras generaciones. Como presidente electo extiendo mi mano y abro mi mente para escuchar con atención a los demás y promover en un gran diálogo el acuerdo nacional que consolide la paz y la seguridad de todos los habitantes de la República', finalizó.
La ponencia del presidente se da dos días después de su declaratoria oficial por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE), y a tres días de la trágica muerte de su hermana, Hilda Hernández, quien falleció de manera trágica el pasado en un accidente aéreo.
Aquí el mensajes integro de JOH:
En el pueblo reside la soberanía popular. ¡El pueblo hondureño ha hablado!
El soberano ejerció su derecho a elegir de manera libre y secreta a sus gobernantes.
A quienes participamos en la pasada contienda electoral solamente nos queda acatar la voluntad popular libremente expresada.
La aceptacion de la voluntad de cerca de tres millones y medio de hondureños, traerá paz, concordia y progreso.
Como ciudaano y Presidente Electo de todos los hondureños, acepto con humildad la voluntad del pueblo hondureño. Considero que no es momento para triunfalismos. Tampoco es momento de celebraciones.
Si es momento de agradecer desde el fondo de mi alma, a todos aquellos ciudadanos que confiaron en mí, que me apoyaron decididamente, a pesar de la intimidación que ejerció el crimen organizado, a pesar de los riesgos personales y familiares, a pesar del arduo esfuerzo que se requirió durante muchos meses del proceso electoral. Se que han hecho muchos sacrificios y han arriegado hasta su integridad personal por defender la democracia y el derecho de elegir y ser electos.
Por ello, a todos ustedes, ciudadanos hondureños, nacionalistas, independientes, miembros de otros partidos, hombres, mujeres, jovenes y adultos mayores, a todos sin excepción alguna mi gratitud imperecedera. Pero sobre todo mi compromiso de no defraudar su confianza, de honrar su esperanza con mucho trabajo, con mucha dedicación, con total determinación para construir de la mano de Dios y del Pueblo hondureño, una Nueva Honduras!
Mis pensamientos como Presidente Electo van también para todos aquellos que no votaron por mí, para todos aquellos que eligieron otras opciones electorales, para quienes han hecho oposición cívica. A quienes han protestado con violencia en las calles el llamado es para que hagan uso del legìtimo derecho a la manifestación pacífica respetando la integridad física y los bienes de los demás ciudadanos. Ninguna protesta justifica poner en peligro la vida de otros hermanos hondureños. Tampoco puede ser expresión legítima de la protesta el vandalismo, el pillaje o la destruccion de la propiedad pública y privada. En una democracia los ciudadanos estamos sometidos al imperio de la ley, el respeto a la autoridad y a las exigencias de la sana convivencia social.
A todos mis compatriotas les reitero lo que tantas veces he dicho. Por encima de las diferencias de partido. Más allá de las ideologías. Por sobre las preferencias electorales. Todos somos hijos de una misma madre: Honduras. A todos nos acoje la misma tierra. A todos nos cobija el mismo cielo. Somos hermanos.
A pesar de nuestras desavenencias. Nos une un pasado común. Nos abraza el mismo presente y sobre todo nos espera el mismo futuro como Nación.
Es claro para mí que las pasadas elecciones revelan una recomposición del terreno político y la necesidad de construir con el concurso de los hijos de esta tierra bendita, un consenso nacional que nos permita trabajar en un nuevo país.
Los resultados del proceso electoral fueron estrechos a nivel presidencial, sin embargo la decisión de los electores consolidó una bancada preminente en el Congreso Nacional, igual hay una expresión electoral mayoritaria a nivel de las Alcaldías. Esos resultados no deben ser usados para proclamar división. Los resultados electorales tampoco deben ser utilizados para instigar odio ni destrucción. Los recientes resultados electorales nos deben mover a todos los hondureños a una profunda reflexión. Debemos usarlos para que cada uno de nosotros haga un examen de conciencia y su acto de contricción. Es el momento de limpiar el alma de nuestras propias culpas y de aclarar el alma de cualquier culpa que atribuyamos al contrario. Es el momento de reiniciar el camino del entendimiento nacional, de la integración de la familia hondureña y de la unidad de propósitos. Honduras nos reclama un reencuentro nacional de todos los sectores de la sociedad. Sentarnos a la mesa para definir en conjunto los objetivos fundamentales que como Nación debemos señalar y perseguir.
No es el tiempo de recriminar sino el de acercarnos. Es tiempo de construir el mañana que es nuestro, el nuevo amanecer que debe alumbrar a nuestros hijos y a las futuras generaciones.
Como Presidente Electo, extiendo mi mano y abro mi mente para escuchar con atención a los demás y acordar en un gran diálogo el Acuerdo Nacional que consolide la paz y la seguridad de todos los habitantes de la República, que fortalezca la ruta de la estabilidad y el crecimiento económico y propicie profundas reformas sociales e institucionales.
¡La Patria nos convoca a todos a crear ese país de paz, seguridad, oportunidades, prosperidad y justicia que deseamos!
Que Dios bendiga todos y cada uno de nuestros hogares. Que Dios cubra con su manto protector a toda la Nación hondureña.