¡Hasta pronto y gracias! Se va la madre de los migrantes hondureños. El sur de América, en Paraná, Brasil, fue la tierra que vio nacer a una de las mujeres que más bien le han hecho a Honduras. En marzo de 2004 llegó a territorio hondureño una religiosa de la Orden Scalabriniana con la misión de brindar apoyo a los migrantes retornados. Su trabajo lo realizaba en San Pedro Sula y en Tegucigalpa y en su mayoría recibía a hermanos hondureños provenientes de Estados Unidos y de México.
En los últimos días, las autoridades del gobierno central le condecoraron con la Orden José Cecilio del Valle en el grado de Comendador por haber sido ejemplo de solidaridad durante 13 años y ocho meses, en la que convirtió a Honduras en su segunda casa.
“Agradezco a Dios por vivir mi vocación en una misión tan linda como es servir a los migrantes hondureños”, comentó la religiosa al recibir este reconocimiento.
Una huella indeleble deja esta honorable religiosa que asegura se llevará consigo “la sencillez, la fe y la esperanza reflejada en cada rostro de los migrantes que fueron retornados”. 24/12/2017 - 02:12