Una larga y agitada madrugada se vivió en la sala de emergencias del Hospital Escuela Universitario (HEU) debido a los incidentes relacionados con pólvora.
De acuerdo a Darío Zúniga, jefe de la sala pediátrica de quemados, un total de 19 personas -15 adultos y cuatro niños- ingresaron al centro asistencial afectados por quemaduras con productos explosivos.
Uno de los menores podría sufrir una mutilización por la explosión de un mortero en su mano y otro presenta graves quemaduras en su cara por la explosión de un volcán. En lo que va de diciembre se contabilizan 13 menores quemados.
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Adultos quemados
En la sala de emergencia de adultos los quemados no fueron la excepción. A esta hora se registra el ingreso de 15 adultos quemados por la manipulación de pólvora.
Algunos fueron identificados como Everson Echeverría (24), Jefferson Reyna (24), Ricardo Aguilar (25), Abraham Benítez (35), Juan José Torres (36), Erick Girón (22) y Douglas Castillo (26).
De igual manera en el Hospital Mario Catarino Rivas ingresaron 9 personas quemadas -siete adultos y dos menores-.
Incontrolable la venta de pólvora
A pesar de que las autoridades de la Alcaldía Municipal realizan operaticos para evitar el ingreso ilegal de los explosivos, se venden como si fueran uvas o manzanas. Están colocados en cajas de durapax y son ofrecidos a los clientes por los vendedores a viva voz, en las calles de Comayagüela.
“Vaya, lleve, lleve, las luces de bengala, metralletas, volcanes, mariposas chispitas y morteros”, grita uno de los comerciantes en la cuarta avenida, en los alrededores de Instituto Mixto Hibueras.
De esta forma la venta de productos explosivos comenzó a proliferar en los mercados de Comayagüela, desde finales de noviembre, pese a que esta vigente una ordenanza que prohíbe este tipo de ventas en la capital.
La multa por la venta de explosivos va desde los 5,000 a 60,000 lempiras dependiendo de la cantidad de producto decomisado.
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