Tegucigalpa, Honduras
Cuando parecía que la calma había llegado a la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (Maccih), volvieron a resurgir acusaciones entre altos exfuncionarios del organismo y las autoridades de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Este nuevo pugilato surgió porque el exprocurador de la Misión, Julio Arbizú, denunció que fue objeto de xenofobia y racismo al interior de la Misión que lucha contra la corrupción en el país.
Ayer se hizo pública una grabación, presuntamente, de tres altos funcionarios de la Maccih en la que se escuchan actos de racismo en contra de Arbizú.
Se presume que quienes participaron en el diálogo fueron Jacobo Domínguez, encargado de los asuntos políticos electorales de la Maccih; Martha Pacchiotti, coordinadora de Justicia Penal; y su asistente, Beatriz Otero.
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En un extracto de la grabación se escucha a los funcionarios planificando una gira. Durante la plática Domínguez le consultó a Pacchiotti: “¿Se llevan a este llaverito?”, en referencia a Arbizú.
En seguida, Pacchiotti le repregunta: “¿Nuestro qué?”, “Su llaverito?”, pregunta de nuevo Domínguez.
Entre risas, Pacchiotti, contesta que sí.
“El llaverito no sirve de nada, solo lo andamos trayendo no”, señala Domínguez. “Ja, ja, ja, es verdad, llevamos al llaverito con nosotros, ¡Madre Santa! Eso sí te salió bien”, dice Pacchiotti.
Estas expresiones obligaron a Arbizú a denunciar ante la OEA a los funcionarios.
“Toda mi vida lidié con el racismo y el prejuicio, por mi color y hasta por mi nacionalidad. Que ahora un par de impresentables en la Maccih me regalen expresiones racistas no habla de mí. Habla de ellos y de quien los llevó a ocupar un puesto para el que nunca calificaron”, señaló el diplomático en su cuenta de Twitter.
Minutos después, el mismo Luis Almagro, secretario general de la OEA, respondió que la denuncia será revisada por el inspector general y la Secretaría de Asuntos Legales del organismo multinacional.
También anunció que las medidas emprendidas en contra de las acciones de racismo y xenofobia “deben ser fuertes y contundentes”.
Almagro participó ayer en Ginebra, Suiza, en una reunión con el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la Naciones Unidas, Reid Ra’ad Al Hussein.
En el encuentro, Almagro le comentó a Reid Ra’ad Al Hussein, sobre la situación de Derechos Humanos en Honduras y Venezuela.
Injerencia
Hasta Ginebra, Suiza, viajó Arbizú para comentarle a Almagro su situación, pero no solo eso, el exprocurador de la Maccih denunció que la representante de la OEA en Honduras, Claudia Barrientos, intentó ingresar a su teléfono personal.
“Señor secretario general, estoy en el salón contiguo a su conferencia en Ginebra. La mía empieza en minutos. Su representante en Honduras ha anulado mi teléfono remotamente e intenta acceder a mi información. Me gustaría comentarle personalmente este caso de hostigamiento”, escribió nuevamente Arbizú.
En otra publicación, Arbizú estableció: “su representante se llama Claudia Barrientos y tengo pruebas de que está tratando de acceder a información privada de mi teléfono”.
Cuatro horas más tarde, Juan Jiménez Mayor, exvocero de la Misión, reforzó la denuncia en contra de Barrientos.
“Quería pasar la página y que acabe esta historia para bien de la OEA-Maccih. Pero debo comunicar la inferencia y violación de mis comunicaciones por la representante Claudia Barrientos. Este es el grupo de mi familia en Lima penetrado de forma ilegal. ¿Hay alguna explicación?”, indicó Jiménez.
En el mensaje de Jiménez iba adjunta la fotografía de la captura de pantalla de un teléfono en la que se logra leer: “Claudia Barrientos abandonó el grupo”.
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Almagro le respondió a Jiménez que “hemos enviado la denuncia al área jurídica de la OEA para que estudie el caso. Espero sea tratado con el respeto que merece, por su historia personal, por su trabajo, en este proceso de desvinculación de la Organización”.
En seguida, el exprocurador Arbizú volvió a la carga y escribió: “Es lo mismo que hizo conmigo. Acá sigo en Ginebra, esperando la llamada del secretario general, tal como su asesor me dijo que haría”.
EL HERALDO intentó comunicarse con Barrientos para conocer su opinión, sin embrago, las llamadas y los mensajes no fueron contestados por la diplomática.
El nuevo pugilato entre altos funcionarios de la Maccih-OEA, surge una semana después de la renuncia irrevocable de Jiménez Mayor como vocero de la Misión.
Quería pasar la página y que acabe esta historia para bien de la @OEA_MACCIH. Pero debo comunicar la inferencia y violacion de mis comunicaciones por la representante Claudia Barrientos. Esta es el grupo de mi familia en Lima penetrado de forma ilegal. Hay alguna explicación? pic.twitter.com/rTHTYcUqY2
— Juan F Jimenez Mayor (@JuaJimenezMayor) 20 de febrero de 2018