El excandidato presidencial, Salvador Nasralla, que suele no medirse en sus declaraciones y cae continuamente en exabruptos, dijo que el gobierno “inyectó las nubes” para evitar que la oposición saliera a las calles.
Con naturalidad y seguridad, el presentador de televisión no se anduvo por las ramas para hacer la denuncia mientras él mismo hacía un recorrido en una caravana en las calles de la capital.
La Alianza de Oposición realizó una caravana en Tegucigalpa y Comayagüela como parte de lo que han llamado la insurrección y comandos de rebeldía.
“Los reclamos continuarán todos los días, aunque sigan inyectando las nubes. Sabemos que han inyectado las nubes para que cayera agua hoy estos ladronazos (sic)”, gritó el político acompañado de su esposa Iroska Elvir.
La caravana de la Alianza no fue masiva como esperaban sus dirigentes y algunos lo atribuyen a la tormenta que cayó sobre la ciudad la tarde-noche del viernes.
Nasralla dice que JOH inyectó las nubes para evitar caravana de la Alianza pic.twitter.com/sR9r4kjokL
— Diario El Heraldo (@diarioelheraldo) 24 de febrero de 2018
Nasralla suele cometer este tipo de exabruptos y en sus mensajes arremete con todos y con todo sin reparar en el impacto de lo que dice.
Algunas veces incluso señala a los medios de que le han manipulado sus declaraciones.
Cuando estaba en campaña dijo que la firma de un documento no sirve para nada, ni siquiera un acta notarial, al referirse al acuerdo político suscrito entre él y el expresidente Manuel Zelaya.
Esa declaración le valió una masiva crítica de partidarios y opositores, porque le restaba importancia a la firma de una persona o incluso a un documento legal, como es un acta notarial.
Más reciente acusó al secretario general de la OEA, Luis Almagro, de cambiar de posición porque era pagado por el gobierno de Estados Unidos.
También ha acusado de delincuentes, ladrones y hasta de narcotraficantes a los 128 diputados, llevándose de encuentro a sus propios correligionarios de la Alianza.
Igual, como presentador de televisión y cronista deportivo también ha caído en situaciones comprometedoras que lo hacen ver cómo actor de hechos incómodos.
Una vez que narraba un partido de fútbol de la Selección de Honduras y caía una tormenta logró vociferar varias veces “agua maldita, agua maldita” porque impedía el buen desarrollo del encuentro.
En otro momento, la arremetió con insultos contra un árbitro mexicano, que pitaba un partido de la Selección de Honduras, incluso llegó a llamar a la gente que fuera al hotel para que lo agredieran.
Este hecho, provocó un llamado de atención de las autoridades fútbol internacional y una tormenta de críticas de la prensa mexicana contra Nasralla.
El viernes pasado se fue entonces contra la misma naturaleza.