El Hospital Escuela Universitario (HEU) captó 12 casos de niños afectados con la enfermedad de Kawasaki en el 2017. En lo que va de 2018 no se ha reportado ningún caso.
El jefe de pediatría del centro asistencial, José Samra, expresó que en este año no se ha reportado ningún menor con esa afección, ya que es poco frecuente en el país.
En un inicio, esos casos ingresaron por sospecha de sarampión, pero se descartó por exámenes de laboratorio.
Esta afección no es contagiosa porque no se transmite de persona a persona. 'Es una enfermedad autoinmune, no es condicionada por un virus directamente o vacuna sino que el cuerpo tiene que tener esa predisposición para reaccionar en forma inmunológica formando anticuerpos contra los vasos sanguíneos y contra la parte de la afección coronaria', afirmó Samra.
Agregó que no es una enfermedad letal si se trata a tiempo y no quedan secuelas.
El galeno manifestó que en los últimos tres años no ha habido ningún fallecido por esa enfermedad.
El Kawasaki afecta a los niños menores de cinco años, provoca que se inflamen las paredes de los vasos sanguíneos, así como las arterias y venas.
A su vez causa daños en la piel, la boca y los ganglios de los menores que la padecen.
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Los síntomas de la enfermedad son: fiebre intensa que puede durar hasta dos semanas, erupcion en el abdomen, pecho y genitales, enrojecimiento de ojos, los labios se ponen rojos, secos y agrietados.
Asimismo la lengua se Inflama y se cubre por una capa blanca, la garganta se irrita y duele, los ganglios se hinchan, las palmas de las manos y las plantas de los pies se inflaman y se enrojecen.
Los niños pueden sufrir también dolor en las articulaciones, diarrea, vómitos y dolor en el abdomen.
Si no se detecta ni trata a tiempo puede causar una aneurisma coronaria y posteriormente problemas cardiacos. La enfermedad se detecta con un análisis de sangre, orina y es necesario una evaluación del corazón, un electrocardiograma, debido a que el Kawasaki puede desarrollar problemas cardíacos en los niños que la padecen si no se trata a tiempo.
Los niños que sufren la enfermedad son tratados con un fármaco llamado gammgobulina (anticuerpos purificados) por vía intravenosa; que son un componente de la sangre que ayuda a luchar contra las infecciones.
Es necesario que el tratamiento se aplique en los primeros 10 días siguientes de que se presentan los síntomas.