Tegucigalpa, Honduras
La posibilidad de que en Honduras sea legal la subrogación de vientres o vientres de alquiler, como se le conoce, ya abrió el debate entre los sectores de la sociedad civil.
Para muchos es la oportunidad en la que parejas, que no pueden tener hijos, puedan hacerlo bajo ese modelo.
Otros piensan que es una nueva forma de explotación. Ese es el caso de representantes de la Iglesia Evangélica.
Alberto Solórzano, presidente de la Confraternidad Evangélica, manifestó que aprobar esta ley en el Congreso traerá consecuencias.
“La maternidad de alquiler es una nueva forma de explotación de la mujer y tráfico de personas que convierte a los niños en productos comerciales”, dijo.
Consideró que los contratos de subrogación son una manera de explotación de la mujer que alquila su cuerpo por dinero o por algún tipo de compensación.
“Hay secuelas que se desprenden de este tipo de prácticas (psicológicas, emocionales, éticas, espirituales, físicas y materiales).
Será un grave error aprobar esto en el país y después vendrán otras presiones por ceder a nuevas propuestas que no logran que una sociedad evolucione sino por el contrario involucione”, comentó el pastor a EL HERALDO.
Investigación
De acuerdo con Cristina Alvarado, representante de la organización de mujeres Visitación Padilla, el Estado debe preocuparse por otro tipo de prioridades antes que aprobar la subrogación de vientres.
“Tiene que ver un acompañamiento. Creo que no estamos preparados, creo que en un país donde la precariedad, la privatización de los servicios de salud sexual y reproductiva están a la orden del día, hay prioridades que atender y no necesariamente es esta”, manifestó Alvarado. La moción fue presentada por la diputada nacionalista Sara Medina Galo hace una semana.