Tegucigalpa, Honduras
Más allá de la belleza observada a simple vista, cada pieza transporta al visitante a un mundo de historia, cultura, evolución y riqueza humana.
Esto y más es lo que ofrecen los centros culturales del Banco Central de Honduras (BCH): el Museo Numismático Rigoberto Borjas, la Biblioteca Roberto Ramírez y la Pinacoteca Arturo H. Medrano.
Estos espacios, que albergan algunos de los tesoros mejor guardados de los hondureños, están abiertos para todo público desde el pasado 6 de abril.
De entrada gratuita y ubicados en el moderno edificio del BCH, en el bulevar Fuerzas Armadas, los centros abren sus puertas de lunes a viernes en un horario de 9:00 de la mañana a 3:00 de la tarde.
Tras un amplio y provechoso recorrido, EL HERALDO muestra las expresiones artísticas, literarias e históricas que fortalecen la identidad y que por primera vez el BCH pone al alcance de todos los hondureños.
El museo
Iniciando por el Museo Numismático, que lleva el nombre de Rigoberto Borjas, quien fue el primer jefe del departamento de contabilidad del BCH en 1950.
En esta sala se encuentran desde monedas persas, griegas y romanas (estateros, dracmas y denarios, entre otras) que datan de los 200 y 400 años antes de Cristo hasta las de actual circulación en Honduras.
La museóloga Ana Valeriano detalla que son más de 4,000 piezas las que componen la invaluable colección de monedas del BCH.
Explica que la historia de la moneda está expuesta de acuerdo con cada período histórico, desde el precolombino (antes de la llegada de los españoles en 1502), cuando se utilizaba el trueque o intercambio de un objeto por otro. En el período colonial (1502–1821) fue cuando iniciaron a circular las primeras monedas en Centroamérica como los pesos, los reales y los macacos.
También están las utilizadas durante la independencia y anexión a México, en la época de la Federación Centroamericana, el período republicano hasta llegar a 1926, cuando el presidente Miguel Paz Barahona emitió el Decreto No. 102, declarando el lempira como la moneda oficial de Honduras.
En 1950, tras la fundación del BCH, se emite el primer billete con denominación de cinco lempiras.
De las joyas más emblemáticas está una colección de monedas conmemorativas de fechas especiales de la historia del país, la Declaración de Independencia original de 1821 firmada por Dionisio de Herrera y varias pertenencias del general Francisco Morazán.
La pinacoteca
La pinacoteca, que lleva el nombre de Arturo H. Medrano, primer gerente del BCH, gracias a sus esfuerzos permitieron la adquisición de una gran cantidad de obras de reconocidos artistas. Es un espacio que exhibe una colección cronológica de sus pinturas, desde la primera generación de artistas hondureños de 1920 hasta la actual. En la entrada de la pinacoteca, una colección del pintor Pablo Zelaya Sierra recibe al visitante, destacando “Las campesinas”, que fue la primera obra adquirida por la institución en 1920.
Además de la pintura, también se aprecian esculturas, grabados, dibujo y fotografía. En total son 700 obras las que tiene en custodia el BCH, pero no todas están expuestas, explica el coordinador de la pinacoteca y artista de la plástica hondureña, Rúdrico Ernesto Argueta.
Anunció que a partir del próximo año se programarán exposiciones temporales con los artistas. “Esto es patrimonio nacional, pertenece a todos los hondureños, de ahora y del futuro, por eso hay que venir a verlo y apreciarlo”, incentivó Argueta, quien considera la apertura de este lugar como su graduación en esta noble tarea de promover el arte y la cultura nacional.
La biblioteca
Para sumergirse en el mundo de las letras está disponible la Biblioteca Roberto Ramírez, en homenaje al primer presidente del BCH. Pasó de ser una biblioteca privada especializada en banca, economía, finanzas y contabilidad a ser pública con colecciones de otras áreas y de literatura.
Tiene libros y documentos que datan desde 1786 (más de 200 años).
Cuenta con una colección infantil, salón audiovisual para presentaciones y una mediateca, donde hay computadoras para consulta y uso de guías para aprender inglés.
Ofrecen servicios de préstamo de libros y fotocopias.
En el mismo sitio se ubica una hemeroteca de ejemplares de los periódicos hondureños desde 1997 a la fecha, revistas y una extensa colección de Gacetas, la más antigua de 1862, o sea 156 años.
“Yo me he impresionado, tiene una colección muy buena y la recomiendo mucho”, expresó Danny Trejo, pasante de Historia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), que realiza su práctica en el BCH.
Las escuelas o colegios pueden agendar su cita por grupos llamando al 2216-1000 o al correo museos@bch.hn. Para mayor afluencia de visitantes, las autoridades analizarán la posibilidad de abrir los centros culturales algunos sábados para atender al público que no puede asistir los días de semana.
En sus objetivos, el BCH detalla que además de regir la política monetaria de Honduras, busca “contribuir al arte y a la educación a fin de procurar un país desarrollado, ya que el contexto económico no se puede separar del social y mucho menos del cultural que expresa, modela y enriquece el alma de toda nación”.