La disputa por el dominio en el Golfo de Fonseca entre Honduras, El Salvador y Nicaragua ha llegado hasta las agresiones militares.
Fuentes gubernamentales informaron a EL HERALDO que en el transcurso de este año se han producido cuatro incidentes entre las fuerzas navales de los tres países al extremo que en una oportunidad se produjo la destrucción de una lancha rápida nicaragüense que fue embestida por un barco guardacostas de Honduras.
El hecho ocurrió hace semana y media, cuando una flota de seis embarcaciones de la Fuerzas Naval de Honduras, compuesta por un guardacostas y seis lanchas rápidas o “pirañas” salió a patrullar aguas nacionales y se dirigía a la salida al océano Pacífico y luego fue interceptada por seis lanchas rápidas de la armada nicaragüense.
Una “piraña” se cruzó en el camino del barco guardacostas hondureño y terminó destruida, pero no se registraron muertes de los ocupantes de la pequeña nave siniestrada, indicó la fuente.
EL HERALDO conoció que producto de este impasse aviones caza hondureños se habrían levantado, sin embargo, fuentes oficiales no se han atrevido a confirmar la información.
La naval de El Salvador no fue parte de este hecho porque salió tarde desde su ribera.
Silencio
Tanto el gobierno de Nicaragua como el de Honduras no se hicieron reclamos oficiales ni reportaron el incidente ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para evitar que el organismo mundial interviniera en el asunto.
“En materia militar esto es una agresión” dijo una fuente estatal a EL HERALDO que ha estado al tanto de los roces que han sucedido en el golfo.
Este hecho es parte de los “incidentes” que el presidente Porfirio Lobo aseguró que se han producido en el Golfo de Fonseca y por lo cual los tres estados ribereños, Honduras, El Salvador y Nicaragua; se vieran obligados a buscar una solución al conflicto.
Los otros tres incidentes han consistido en intimidaciones por parte de las navales de Nicaragua y El Salvador al salir a vigilar los barcos militares hondureños cuando estos faenan con dirección a la bocana del golfo.
En respuesta a estos incidentes, días atrás el canciller Arturo Corrales expresó de forma enérgica que Honduras no tenía que pedir permiso a ningún país para ejercer soberanía en el Pacífico.
El primer percance sucedió el 30 de marzo, fecha en la que paradójicamente se firmó, en Managua, un comunicado conjunto entre los presidentes de Honduras, Porfirio Lobo; el de El Salvador, Mauricio Funes; y el de Nicaragua, Daniel Ortega, para el relanzamiento de la Declaración de Managua que convierte el Golfo de Fonseca en una zona de desarrollo sostenible.
Posteriormente, pese al acuerdo, entre abril y octubre se generaron dos incidentes más en los que nuevamente las navales de El Salvador y Nicaragua salieron a supervisar la incursión hondureña.
Confrontaciones
El canciller Corrales confirmó que se han generado algunos incidentes de tipo militar en el golfo, pero sin especificar de qué tipo.
“Ha trascendido a la prensa y no por medio de la Cancillería de Honduras, incidentes entre las fuerzas navales hondureñas y las de El Salvador y Nicaragua, incidentes que gracias a Dios han sido eso, incidentes; no llegamos a la palabra conflicto”, aseguró.
Los tres gobiernos con costas en el golfo tienen programado realizar una reunión mañana en Managua para zanjar estas diferencias territoriales.
En el caso de Honduras, el gobierno nacional busca que se dé cumplimiento a la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de 1992 en la que se fijaron los derechos territoriales de los tres países.
La sentencia dice que los tres países ribereños en el Golfo de Fonseca tienen derecho a tres millas náuticas de soberanía después de la línea de playa de sus territorios en la zona.
Además especifica que los tres Estados tendrán derecho a salida al océano Pacífico, pero que la delimitación de la bocana se deberá de definir en una negociación tripartita.
“Para Honduras, la solución a la problemática económica-social de más de un millón de personas que viven en el golfo pasa porque terminemos de aplicar la sentencia”, remarcó Corrales.
Para ese objetivo, la Secretaría de Relaciones Exteriores remitió la semana pasada a El Salvador y Nicaragua su propuesta sobre la distribución de territorios y en la que se hace énfasis en la que Honduras tiene acceso al océano Pacífico, según la sentencia de La Haya.
El planteamiento de Honduras es que se defina el mecanismo de manejo compartido del Golfo de Fonseca, principalmente en lo que respecta a la bocana.
El funcionario aclaró que el gobierno hondureño está abierto a negociar el tema del manejo de área de la bocana, pero sin “perder un milímetro de territorio que le pertenece”.
Según Corrales, es urgente que se conforme una autoridad tripartita que administre la franja fronteriza en la bocana.
El gobierno de Honduras pidió a inicios de noviembre, a través de una carta, al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) apoyo para “destrabar” el fallo de Corte Internacional de Justicia.
Pero en caso de que El Salvador y Nicaragua persistan en su negativa de abordar la delimitación de la bocana del golfo, entonces Honduras se reserva el derecho de invocar nuevamente la intervención del Consejo de Seguridad, indicó el canciller.
Medios de comunicación de El Salvador informaron que el tema de la definición de los límites en ese sector no está previsto en la agenda de la reunión de los gobernantes.