Dentro y fuera del país, los hondureños hacen uso de una serie de malos hábitos que se han ido arraigando y extendiendo a lo largo de los años.
A continuación un listado cuyo orden nuestros lectores podrán ir cambiando en sus comentarios, según el grado de incidencia y efecto nocivo que represente cada uno de ellos. Incluso pueden mencionar otros malos hábitos característicos de los hondureños.
Nos gustaría saber si estos malos hábitos se repiten también en otros países o, vergonzosamente, son exclusivos de los catrachos.
Los diez malos hábitos de los hondureños
1.- Son impuntuales: Tanto así que es normal hablar de la 'hora hondureña' cuando se cita a una reunión social o de trabajo. Los hondureños tienen una fama de impuntuales que trasciende las fronteras y desespera a otras culturas acostumbradas a la puntualidad.|
2.- Se apoyan con el pie en las paredes: Dicen en otros países que 'si ves a un hombre apoyado con el pie en un muro, pared o poste sin duda es un hondureño'. Y es que a diario puede verse ese cuadro en paradas de bus y aceras, entre otros.
3.- Son machistas: Como buenos exponentes de la cultura latina, los hondureños son machistas, léase mandamases, pendencieros, mujeriegos, bebedores y hasta abusivos.
4.- Tiran la basura en la calle: Bolsas de churros, cácaras de naranja y botes de refresco salen disparados desde la ventana de los buses que circulan en pueblos y ciudades, carros particulares o de mano de cualquier transeúnte.
5.- Escupen en la calle: Repulsivo y asqueroso mal hábito que a diario se puede ver en las calles, ya sea de personas que van a pie o que desde un auto expulsan sus flemas con total desparpajo e impunidad.
6.- Orinan en cualquier parte: Cualquier poste, esquina o acera sirve con tal de descargar la vejiga, es un hábito propio de los hondureños, que orinan a plena luz del día y hasta en presencia de mujeres y niños que circulan por la calle.
7.- Son haraganes: Esta mala fama que tienen los hondureños de poco apegados al trabajo y a cualquier esfuerzo superior a empinarse una botella de aguardiente o a balancear con el pie la hamaca donde hacen la siesta después de comer se ha reforzado con los años.
8.- Dos meses fuera del país y ya no hablan como hondureños: Hasta se han hecho chistes de aquellos compatriotas que después de viajar a los Estados Unidos regresan con acento cubano o mexicano, según la población mayoritaria de la ciudad que visitaron.
9.- Rayan las paredes: Si están alegres, pintan corazones y escriben poemas; y si están enojados, dedican palabras soeces e imágenes groseras en paredes y sobre anuncios publicitarios.
10.- Conducen como desquiciados: A diario más de un cristiano ha tenido que saltar de la calle a la acera para evitar que un conductor desconsiderado le pise los talones, por decirlo de algún modo. La terrible descortesía de los conductores hondureños, que incluye la desobediencia de las señales de tránsito y el uso abusivo del claxon, llena a diario las noticias de los sucesos.