Otros tres beneficiarios del rosario de regalías del Instituto Nacional Agrario (INA) renunciaron a sus derechos de posesión de un lote de terreno en la aldea de Yaguacire acogiéndose, de esta forma, al llamado público que -a través de EL HERALDO- les hizo el recién nombrado director, Ramón Lara.
Este escándalo de corrupción ha salpicado a exfuncionarios del INA y funcionarios del actual gobierno, actualmente en otras dependencias.
El escándalo fue sacado a luz pública por la Unidad Investigativa de EL HERALDO el pasado lunes.
La denuncia refiere al otorgamiento de más de 280 títulos de propiedad a funcionarios y empleados del INA, entre los que aparece el exdirector César Ham.
Fuentes del INA precisaron que la exdirectora regional del INA en La Ceiba, María Alberto Hernández, formalizó un escrito en el cual deja establecido que nunca fue consultada para otorgar a su favor un título de propiedad, por lo que autoriza al nuevo director a iniciar un proceso de anulación del título definitivo de propiedad.
Horas antes habían planteado la misma solicitud los ciudadanos Jorge Alberto Medina Chávez y Jesús Antonio Ferrera Matute, quienes alegaron igualmente ser inocentes de lo actuado por el exdirector Nectaly Medina, quien se basó en la Cláusula 58 del noveno contrato colectivo, que ordena buscar una solución al problema habitacional de los trabajadores.
En el caso de Medina Chávez y Ferrera Matute, el secretario de la seccional cinco del Sitraina (Sindicato de Trabajadores del INA), Manuel de Jesús Sosa, afirmó que en la lista que él posee no aparecen estos nombres como empleados de la institución.
Dijo tener la sospecha de que en la regalía se benefició a gente que no estaba vinculada a la institución agraria, pero eso tendrán que aclararlo las autoridades.
La exjefa regional del INA por La Ceiba laboró en la institución durante el mismo período que fungió César Ham como director y se retiró en mayo del año pasado para buscar una posición de diputada por el partido Unificación Democrática (UD), en representación del departamento de Atlántida, dijo Sosa. Al igual que Ham, no ganaron el cargo de elección popular.
Estos tres ciudadanos que renunciaron a sus derechos se sumaron a César Ham, exdirector ejecutivo; Marcos Ramiro Lobo, exjefe de la sección jurídica; y Walter Manrique Juárez, exsecretario general, que presentaron sus escritos el miércoles ante la Secretaría del INA.
Se espera que en el transcurso de la otra semana lo hagan otros exfuncionarios o funcionarios actuales, quienes, según el sindicato, también resultaron favorecidos con los títulos de propiedad que tienen fecha 24 de enero del corriente año.
Ramón Antonio Bulnes, presidente del Sitraina, dijo que esperan igual comportamiento de Sara Ruth Amador, secretaria general del INA; Mauricio Aguilar, exsubjefe de la División de Recursos Humanos; Vilma Erazo, jefa de la División de Recursos Humanos; Enma Guadalupe Mejía, jefa de la División de Reconversión Empresarial; Delmi Marlen Rodas, supervisora de personal, y Marco Tulio Rodríguez Peña, jefe de Transporte.
Algunos de ellos siguen trabajando en la institución y, de acuerdo a las fuentes consultadas, no pretenden renunciar a sus derechos porque consideran que la cláusula 58 del Contrato Colectivo no es excluyente.
Hasta el momento, ningún dirigente sindical ha renunciado a sus derechos de posesión como lo pidieron allegados al exdirector César Ham, quienes consideran que si no es ético que un funcionario se acoja a la cláusula 58, tampoco lo sería para los dirigentes sindicales que se han quedado con pedazos de tierra más grandes y con mejor topografía.
Entre los dirigentes favorecidos que no han presentado ninguna renuncia al título de propiedad están Ramón Antonio Bulnes, Luisa Emilia Vallecillo, Javier Zúñiga Castellanos, Magda Regina Nolasco Corea, Manuel de Jesús Sosa, Ana Gabriela Meléndez, Fredy Maradiaga Godoy, Guillermo Bueso Laguna, Suyapa Maribel Ulloa, Edwin Jaír Flores Flores, Doris Esmeralda Nolasco Corea y Olga Marina Vásquez Ortiz.
El terreno que devolvió Ham mide 1,792.83 varas cuadradas y está ubicado en Potrerillos, caserío El Espinal, aldea Yaguacire, bajo las características de “título gratuito”.
El predio es parte de un segundo lote de más de 90 manzanas que el INA le adjudicó al sindicato en el marco de las negociaciones del noveno contrato colectivo. En 1998 el mismo INA le había adjudicado al Sitraina otras 129 manzanas para un primer grupo de trabajadores.
El INA había comprado el terreno al Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa), que se quedó con él luego que su propietario no pudo pagar un préstamo por el cual había concedido el bien inmueble como garantía hipotecaria.
El predio de topografía irregular está destinado a un proyecto habitacional. El propósito de adjudicar esta segunda parte era para hacer justicia con el otro grupo de trabajadores (287 empleados) que no fueron beneficiados con la primera repartición masiva.
En una primera declaración, Ham negó ser el dueño del terreno. “No soy dueño de ningún terreno, ni tampoco sabía (de la existencia) de un título de esa naturaleza. Yo no lo he solicitado ni verbalmente ni por escrito. Es más, ni sé dónde queda”, afirmó. Sin embargo, con la presentación del escrito el miércoles donde renuncia a sus derechos aceptó que es dueño de la propiedad.
