Tegucigalpa, Honduras
Si Estados Unidos no retira el bloqueo que impide que la flota de aviones F-5 salga del país para ser reparada, se convertirán en una costosa chatarra o en aviones de exhibición, según expertos militares.
“O terminan como ‘huesera’ o como aviones de exhibición para el Museo del Aire”, vaticinó el excomandante de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH), Alfredo San Martín.
Otra opción es “vender los aviones a otro país pobre, que los arreglen y ahí les va a quedar el problema”, expresó.
La FAH cuenta con varios aviones que funcionaban con sistema de pistón, pero como ya no se fabrican sus repuestos han sido retirados y “los mismo podría pasar con los F-5 porque no hay repuestos a disposición”, consideró.
Una posibilidad para que los F-5 no se conviertan en objetos de decoración es que el gobierno inicie una “cacería” de repuestos en otras naciones.
La posibilidad de buscar piezas en el extranjero para repotenciar esos aviones tampoco parece fácil porque los países o empresas que los elaboren también deben contar con el permiso de Estados Unidos para ofrecerlos a Honduras, explicó Alfredo San Martín.
“Se puede optar a buscar repuestos en el mercado porque hay países que pueden venderlos y habría que ver si no tienen problemas”, explicó San Martín.
En caso de que las reparaciones se hagan en Honduras esto implicaría un reto logístico para las autoridades militares, pues los costos de la restauración se elevan.
“Es más barato mandar los aviones al exterior porque hay más disponibilidad de recursos y sale más caro traer expertos de afuera”, explicó.
Otra opción para reparar los jets es instalarles equipo no militar compatible para que al menos puedan volar.
San Martín, coronel retirado y quien dice que realizó “un par de vuelos en los F-5 cuando vinieron”, dice que estos aviones requieren de cambios de algunos sistemas y posiblemente del asiento de eyección, aunque no se hayan activado en alguna operación.
“Los aviones son como los carros, requieren de revisiones periódicas y cada determinado tiempo una cambio de equipos”, remarcó.
A juicio del militar retirado, los motores deben de estar en buenas condiciones y que son otro tipo de piezas las que se ocupan reemplazar.
La FAH debe de ejecutar un plan de mantenimiento mensual, semestral y anual para los F-5 a fin de detectar con precisión algunas discrepancias o fallas que tengan y que sus reparaciones resulten menos costosos, aconsejó San Martín.
Bloqueo
Estados Unidos obstruye la reparación de la flota de los aviones F-5 al no autorizar que esas naves salgan del territorio nacional, de acuerdo a la información revelada por el portal www.defensa.com y que EL HERALDO dio a conocer.
El gobierno hondureño recibió 10 aviones F-5E y 2 F-5F de Estados Unidos a finales de la década de los 80 como parte del Programa de Asistencia Militar.
Pero el convenio también establece que si Honduras pretende exportar los aviones para su restauración antes se debe de contar con la autorización de Estados Unidos, pero esa nación se ha negado a dar su aval.
Tal postura generó el malestar del presidente Juan Orlando Hernández, quien el lunes pasado pidió a Estados Unidos aclarar si estaban dispuestos a ayudar a Honduras en materia de lucha contra el crimen organizado.
“Siento que las cosas tienen que estar claras, señora embajadora (de EUA, Lisa Kubiske), claros como el agua: o nos están ayudando o no nos van a seguir ayudando, pero es bueno saberlo con claridad”, expresó el mandatario durante ceremonia de ascensos de la Policía Nacional en la capital.
Los F-5 son aviones supersónicos que desarrollan velocidades superiores de 1,800 kilómetros por hora y que pueden llevar diferente tipo de armas, desde un revólver Pontiac M39A2 de 20 milímetros, misiles aire-aire Sidewinder hasta bombas de racimo, entre otros.
Este equipamiento y potencia hace que Honduras cuente con la fuerza aérea más poderosa de Centroamérica.
Imprudente
El presidente Juan Orlando Hernández no fue prudente al referirse a Estados Unidos cuestionando su poca voluntad en la lucha contra el narcotráfico, en opinión del exministro de Relaciones Exteriores, Edmundo Orellana.
Hernández le hubiera dicho lo mismo al gobierno norteamericano pero utilizando el lenguaje diplomático. “No se le puede faltar al respeto a un embajador”, dijo.
“Yo cuestiono severamente al gobierno de Estados Unidos por su política externa, pero eso no quiere decir que le estoy faltando al respeto porque yo soy un ciudadano común”, afirmó Orellana.
“Si yo fuera presidente de Honduras no le podría hablar así a la embajadora (Lisa Kubiske). Aunque yo participo del mismo criterio del Presidente”.
Para el analista Julio Navarro, lo que dijo el presidente Juan Orlando Hernández “son declaraciones para un ciudadano común, no para el primer mandatario del país”.
”La política exterior, dice la teoría, es la prolongación de la política interior. Pero en la política exterior median los intereses que los estados tienen hacia afuera”.
Añadió: “A mí me parece que las declaraciones del Presidente de la República, que no es la primera vez, pero que esta vez fueron más contundentes, en relación a Estados Unidos, son imprudentes”.
“Uno no debe de desconocer que Estados Unidos es una potencia importante, que nosotros tenemos relaciones históricas a nivel de comercio. Tenemos la mayoría de nuestros inmigrantes allá y con declaraciones de ese tipo creo que se vuelven un poco inamistosas”, dijo Navarro.