¿Sabía que en la capital de Honduras hay regulaciones sobre el volumen máximo que pueden alcanzar los altoparlantes, música en discotecas o automóviles?
Los capitalinos se exponen a diario a sonidos entre los 50 y 85 decibeles. Estos parámetros se encuentran en el margen de lo permitido por la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC).
En áreas residenciales, la norma establecida en el Plan de Arbitrios es de 50 decibeles, lo equivalente a una conversación normal o tráfico liviano; mientras en zonas industriales y comerciales, incluyendo sectores donde se ubican bares y discotecas, el máximo autorizado es de 85 decibeles, detalló Jonathan Laínez, gerente de la Unidad de Gestión Ambiental de la AMDC.
'Todos los jueves, viernes y sábados nosotros hacemos monitoreo en las discos, centros nocturnos y bares', informó Laínez.
Los inspectores se distribuyen por zonas para verificar el cumplimiento de las disposiciones. Los niveles de ruido se miden por medio de sonómetros, aparatos que permiten una medición exacta de los sonidos.
'Hemos regalado como 30 sonómetros a los diferentes lugares en el bulevar Morazán, en la zona de la Kennedy, del aeropuerto, de Las Hadas, para que tengan autorregulación, porque lo importante es que estén cumpliendo permanentemente' las disposiciones.
Estas mediciones se realizan para garantizar que los visitantes o empleados de los comercios no estén expuestos a altos niveles de contaminación sónica, ya que el oído solo puede estar expuesto por un máximo de cuatro horas a ruidos equivalentes a 85 decibeles, explicó el funcionario.
Multas para infractores
En caso de que las normas sean quebrantadas, los infractores se exponen a multas de hasta cinco mil lempiras y en caso de reincidencia se exponen a la cancelación de su permiso de operación.
Pero las sanciones no se limitan a los empresarios. Las personas que en sus casas de habitación perturben la tranquilidad, el descanso y la paz de sus vecinos serán sancionados con multas de entre 500 y 5,000 lempiras, de acuerdo a la Ley de Policía y de Convivencia Social.
Los causantes de escándalos públicos producidos con equipos de sonido en vehículos o quienes detonen armas de fuego, explosivos o similares cerca de los negocios nocturnos, así como en calles y zonas residenciales, se exponen a multas de entre 300 y 5,000 lempiras.
Asimismo, quienes provoquen ruido excesivo con bocinas o altoparlantes en los vehículos también serán multados con hasta cinco mil lempiras.
Vigile los síntomas
Si usted suele escuchar algún zumbido con frecuencia o ha sufrido algún dolor severo en el oído luego de exponerse a algún ruido estridente, lea con atención.
La exposición súbita o continua al ruido puede ser perjudicial para el sistema auditivo y en muchos casos llega a provocar daños irreparables.
Hoy, en el marco del Día Internacional de la Concienciación sobre el Ruido, consultamos un experto sobre los daños que provocan sonidos fuertes al oído humano.
El doctor Juan Carlos Barrientos, jefe del departamento de Otorrinolaringología del Hospital Escuela de Tegucigalpa, explicó que 'ruidos súbitos como un disparo o una explosión o estar en contacto con una fuente emisora de sonido de alta potencia, como parlantes, instrumentos musicales, conciertos o discotecas, puede causar daño inesperado que puede ser de difícil recuperación'.
Pero también existe una exposición crónica al ruido, cuando una persona se somete durante mucho tiempo a un sonido, lo que puede provocar daño en el oído interno, la parte más sensible del aparato auditivo.
El daño del oído interno va a causar una pérdida de audición irreparable. Caso contrario ocurre si hay daños en el oído medio, para lo cual existen soluciones.
Barrientos advirtió que el uso de audífonos también genera deterioro en el oído, por lo que debe evitarse el uso prolongado de los mismos y enmarcarse en las advertencias que los fabricantes hacen para cada aparato.
El especialista recomendó a las personas que hayan o estén expuestas al ruido, acudir al médico para efectuarse una revisión integral y el uso de tapones auditivos, cascos con protección u otros.
Mediante una pequeña prueba que somete el oído a diversas frecuencias, es posible saber si existe algún daño en su aparato auditivo. Para hacer la prueba, ajuste su parlante a volumen normal, tal y como escucharía cualquier otro video.
El ruido no solo afecta el oído
Sin embargo, no solo los oídos pueden resultar afectados por el ruido. La contaminación acústica también provoca cambios fisiológicos en el sueño, la presión sanguínea y la digestión.
Estudios han demostrado que la tensión creada por el sonido no deseado, incluso el ruido que puede no estar a niveles peligrosos para el oído, puede provocar tensión o enojo. De hecho, se ha comprobado que el ruido se asocia con un aumento de la agresión.
Y es que sin darnos cuenta, nuestro oído puede adaptarse al ruido, lo que da inicio a un ciclo que continúa con el estrés y ansiedad.
Cuando el cerebro y el resto del cuerpo liberan sustancias y hormonas a causa del estrés, se generan otras reacciones como frustración, cansancio crónico, apatía, dificultad de aprendizaje, insomnio, pérdida de memoria, episodios de ira y cambios de carácter inmotivados.
El ruido y el estrés que este genera también está vinculado con la dificultad en la toma de decisiones y razonamiento, inmunodeficiencias, trombosis, diabetes, enfermedades nerviosas, cardiovasculares y digestivas, trastornos del embarazo y otras afecciones corporales.