Su voz era sollozante, sus manos y su cuerpo estaban manchados de la sangre del hombre al que minutos antes acababa de ultimar a cuchilladas.
Rigoberto Andrés Paredes Vélez (28) confesó a los guardias de la torre 1 del edificio Metrópolis lo que había hecho con la vida del abogado Eduardo Montes, uno de los defensores de la familia Gutiérrez, implicados en el caso Astropharma.
A continuación el contenido textual del interrogatorio:
Audio 1
Rigoberto: Era un maldito asesino.
Guardia 1: ¿Él había matado gente también?
Rigoberto: Sí. Él había matado gente.
Guardia 1: ¿Cómo se llamaba el abogado?
Rigoberto: ¿El abogado? Solo lo vi en las fotos. Solo lo vi en las fotos... Y sabía que era él.
Guardia 1: ¿Cuál es su nombre?
Rigoberto: Rigoberto.
Guardia 1: ¿Rigoberto qué?
Rigoberto: Rigoberto Paredes.
Guardia 1: ¿Rigoberto Paredes?
Rigoberto: (Llora y jadea). Sí, de aquí no me voy a mover. Voy a hacer lo que me digan, pero ya estuvo. Hice lo que tenía que hacer. Hice todo lo que tenía que hacer. Este país está hecho una mierda. ¿Qué nos queda si nos dejamos? Nadie nos va a defender.
Guardia 1: ¿Sabes que vas preso?
Rigoberto: Sí, yo sé, yo sé, pero a mí eso no me importa. Si el tipo es un maldito asesino, un sicario.
Guardia 1: ¿Tienes hijos?
Rigoberto: No.
Guardia 1:¿En qué local? Piso 14 de torre 1, pero ¿en qué local?
Rigoberto: Del ascensor a mano izquierda. El 14... El 14-07 creo que es.
Guardia 1:¿El 14-07? ¿Ahí trabaja usted?
Rigoberto: Sí y me conoce el de la entrada. El de la entrada me conoce. Todos los días me veía aquí.
Guardia 1: Ajá, Ok.
Rigoberto: Yo estoy muerto. Yo estoy muerto, pero al menos voy a salvar gente. Al menos alguna gente voy a salvar. Al menos alguna gente voy a salvar.
Guardia 1:¿En dónde lo atacaste?
Rigoberto: En el ascensor. Ah, es que ese maldito era un asesino.
Guardia 2: Hey, ¿por qué lo mataste?
Rigoberto: Era un asesino. Mataba a los testigos. A los testigos de sus casos. Le hace caso a esa mierda de Lena Gutiérrez.
Guardia 2: ¿Lena Gutiérrez tiene que ver también?
Rigoberto: Yo no sé.
Guardia 2: Ok.
Rigoberto: Ella es la culpable. Ella mandó a matar a esos testigos.
Guardia 2: ¿Ella mandó a matar a esos testigos?
Rigoberto: Ella. Ella y él. Los dos. Los dos están en lo mismo.
Guardia 2: ¿Los dos?
Rigoberto: Siete mil millones se robaron del Seguro, compa. Cuando usted vaya ahí grave a que lo atiendan, cuando le toque llevar a su madre, si un pariente suyo llega con cáncer se va a morir, porque ahí no hay nada en el Seguro. Sacaron todo esos hijos de puta. Pensaron que se iban a quedar con todo. De esta tierra nadie se lleva nada. Nadie se lleva nada. Yo tampoco.
Guardia 2: ¿A qué horas entraste aquí?
Rigoberto: Yo trabajo aquí.
Guardia 2: ¿Ah?
Rigoberto: Yo trabajo aquí.
Guardia 2: ¿En qué torre?
Rigoberto: En esta torre.
Guardia 2: ¿Qué piso?
Rigoberto: En la oficina de al lado. En la oficina de al lado de ese hijueputa.
Guardia 2: ¿Qué piso?
Rigoberto: 14.
Guardia 2: ¿Piso 14?
Rigoberto: Sí. Nadie me mandó a hacer nada.
Guardia 2: Ok, ¿es personal?
Rigoberto: No. Es del pueblo esto. El pueblo se lo merecía. Yo me sacrifico, pero todos los... toda la gente que ese maldito iba a mandar a matar para seguir ganando sus casos... las salvé. Las salvé, las salvé. Las salvé matándolo.
Guardia 2: ¿O sea que esto es personal, suyo?
Rigoberto: No. No es personal mío. No.
Guardia 1: Sí, porque si usted trabaja en torre 1 en piso 14 usted está filtrado en algo.
Guardia 2: No, es que él está como un mártir.
Rigoberto: No. Nadie me mandó a hacer nada.
Guardia 2: ¿Es personal entonces o en defensa propia?
Rigoberto: Porque el pueblo ya no quería usted que lo dañaran.
(Interferencia en la grabación). Lo maté al menos. Salvé una gente. Salvé una gente.
Guardia 2: Lo mataste viejo... ¿Cuánto llevaba trabajando aquí en la torre?
Rigoberto: La oficina se mudó hace un año.
Guardia 2: ¿Un año de trabajo?
Rigoberto: Sí. Tengo tres años de trabajar en esa empresa.
Guardia 2: ¿Tres años?
Rigoberto: Se llama Look Star.
Guardia 2: ¿Look Star?
Rigoberto: Ellos no tienen nada que ver. Ninguno sabía. Ellos no tienen nada que ver ahí.
Guardia 2: ¿Cómo se llama el dueño de la empresa?
Rigoberto: Se llama “Bryce Doninson”.
Guardia 2: ¿A qué horas pasó todo?
Rigoberto: Aquí mismo me atraparon. Yo llevaba un cuchillo ahí. Lo guardé hace dos meses. Sobre...
Guardia 2: Hace dos meses tenía el cuchillo guardado. Entonces, ¿hace dos meses usted venía haciendo la persecución?
Rigoberto: Correcto. Desde que empezó a salir ese hijueputa en los periódicos. Desde que salió esa cínica maldita Lena Gutiérrez riéndose de la gente en los periódicos. Riéndose de todo el pueblo. Algo que ustedes no saben, también le llevaba los casos a Rigoberto Cuéllar. Ladrón maldito. Que le pagaron 10 millones para que dejara que se robara el dinero del Seguro y ahí está todavía ese hijueputa. En este país no hay justicia para esa gente. En este país no hay justicia para esa gente. A mí, a usted, a toda la gente que usted conoce la jodieron. Vaya al Seguro, no va a hallar ni una jeringa. Lleve a su madre, cuando sea un caso difícil, cuando tenga diabetes, cuando tenga cáncer, no van a tener nada para curarla.
Audio 2
Guardia: ¿De qué trabajas?
Rigoberto: Programador de sistemas de computadora. Ingeniero en sistemas.
Guardia: ¿Por qué lo mataste?
Rigoberto: Porque esa gente está haciendo mierda este país. Esa gente está haciendo mierda este país. Están haciendo mierda la vida de la gente.
Guardia: ¿Por eso fue entonces?
Rigoberto: Tengo amigos, tengo amigos que perdieron a su familia. Una amiga que perdió a su tío en el Seguro, que tenía cáncer y no lo atendieron, nada. Otra amiga que la mamá se le está muriendo y no tiene nada, ni dinero para cuidarla. No tiene nada. Aquí nadie tiene nada. Aquí si a uno le pasa algo no lo van a mandar a Costa Rica en avión para que lo curen. No van a mandar a otros lugares... Para que se muera. Esa gente... Esa gente hizo mierda este país. (Llora).
