Con pie izquierdo comenzó la reunión de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih) con la sociedad civil del país este martes.
El impase se originó por la presencia no programada de Miguel Briceño, uno de los líderes del movimiento fragmentado Oposición Indignada, en el encuentro con los delegados de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Briceño ingresó al salón inesperadamente y pidió la palabra, solicitud que le rechazaron en primer instancia. No obstante, a petición de la asamblea se le terminó concediendo el derecho a hablar para leer un comunicado.
Durante la lectura, el líder de la oposición criticó la instalación de la Maccih y atacó en un tono golpeado -según los señalados- a los representantes de la Misión de Apoyo, posición que dejó ver en su camisa con el estampado 'No Maccih, si Cicih'.
Las palabras no fueron bien recibidas por los representantes de la Maccih, quienes abandonaron el salón y se ubicaron en un lugar retirado del hotel donde se convocó la reunión.
Ante el diplomático y contundente gesto de rechazo al comunicado, Briceño se vio obligado a abandonar el sitio y fue hasta este punto que los miembros de la OEA regresaron al lugar.
El líder de los Indignados aseguró ante los medios de comunicación que fue sacado de la reunión, pero Sergio Jellinek, asesor de Comunicaciones de la OEA, desmintió la información y sostuvo que el dirigente se salió voluntariamente.
Briceño lidera una facción de los Indignados en Honduras, luego que el movimiento se dividiera por disputas de liderazgo y politización.
Minutos antes de salir, el joven dejó panfletos con un peculiar mensaje a las personas que se reunieron con la Maccih. Mira aquí el texto.
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Miguel Briceño, líder de Indignados: 'No avalamos la Maccih'
Representante de la OEA, Sergio Jellinek: 'No esperábamos gritos'
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