Tegucigalpa, Honduras
El activista Gustavo Castro, testigo presencial del asesinato de la coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, Bertha Cáceres, continuará alojado en la Casa México durante 30 días.
Elementos de la Policía Nacional y otras fuerzas de seguridad resguardan la residencia diplomática donde se aloja hasta que el juez competente le permita salir del país y regresar a México.
Sin embargo, no se descarta que Castro pueda ser custodiado en una casa de seguridad de la Unidad de Testigos Protegidos del Ministerio Público (MP). El lunes pasado, Castro fue careado junto a otros dos testigos.
La ambientalista fue asesinada por sicarios el pasado 3 de marzo en horas de la madrugada, dentro de su casa de habitación en la colonia El Líbano, en La Esperanza, Intibucá.
El director del fiscales, José Duarte, desautorizó a los agentes desplegados en el campo o en las oficinas centrales en el Ministerio Público a brindar detalles o hipótesis del asesinato de la activista.
“A ellos les di la instrucción inmediata que ninguno está autorizado a expresar ante los medios de comunicación ningún tipo de información o hipótesis sobre los hechos”, indicó.
Testigo
Castro sobrevivió al ataque haciéndose pasar por muerto, luego de recibir un disparo en la mano izquierda y otro que rozó su oreja.
Castro es fundador y director de las organizaciones civiles Otros Mundos A.C Chiapas y Amigos de la Tierra México, y se encontraba en el país para participar en un conversatorio sobre energía renovable desde la óptica de los pueblos autóctonos.
Junto a Castro, otras dos personas han sido presentadas como testigos del crimen.
Ayer en el Congreso Nacional fue presentada un moción para que Cáceres sea considerada heroína nacional
