Tegucigalpa, Honduras
La operación Centella, realizada ayer por la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN), dejó como resultado un certero golpe al narcomenudeo en la capital.
En la operación hubo cinco detenidos, ocho vehículos y una motocicleta decomisados, 347,000 lempiras y 400 dólares estadounidenses incautados, cuatro kilos de cocaína y 40 kilos de supuesto manitol (componente químico) para cocaína requisados.
Asimismo, se decomisó una escopeta, una pistola automática y un revólver.
En la colonia Altos del Trapiche se detuvo a Sandra Lizeth Matamoros Núñez (33), compañera sentimental de Héctor o Juan Portillo, alias “Gato Negro”, según confirmaron a EL HERALDO fuentes que participaron en los operativos.
Héctor o Juan Portillo, “Gato Negro”, era considerado como el mayor traficante de drogas en Tegucigalpa y Comayagüela, pero fue asesinado el 14 de julio de 2010.
La relación sentimental fue confirmada en varias fotografías que estaban en el interior de la casa donde aparece la pareja.
La detención se produjo durante los allanamientos realizados en la operación Centella, que también tenía como finalidad la captura de Lourdes Janeth Osorto, sobrina de Héctor Portillo Osorto, alias “Gato Negro”. Ambas mujeres encabezaban la banda, según las autoridades
Se conoció que Sandra estaba sola cuando los agentes de la DLCN ingresaron a la lujosa residencia de cuatro pisos para realizar la inspección que comenzó a las 6:20 AM y finalizó a las 3:00 PM.
En la operación también fueron aprehendidos Marlon Javier Soto Zelaya, Josseline Selenia Espinal Osorto y Kevin Fernando Amador Osorto.
Seguía pasos de su marido
Fuentes revelaron a EL HERALDO que la exesposa del “Gato Negro” formaba parte de la red de traficantes encabezada por la sobrina de su difunto esposo.
En la casa de Sandra se guardaban los precursores químicos que eran trasladados hasta la vivienda allanada en la colonia La Concepción, en Comayagüela.
Según la inspección realizada por los detectives de la DLCN, en una casa de la colonia La Concepción funcionaba un pequeño laboratorio en el cual procesaban cocaína.
“Tenían las planchas, rodillos, básculas para pesar la droga en kilos y en gramos, funcionaba como laboratorio, allí llevaban los precursores que tenían en la casa de El Trapiche”, afirmó la fuente.
Esa vivienda “funcionaba solo como bodega, no estaba amueblada, la usaban para preparar y almacenar la droga y solo la venían a traer”, agregó.
Droga y dinero
De manera simultánea, la DLCN, con el apoyo de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), allanó también otras casas en la residencial Palma Real, Ciudad Lempira, Las Casitas y varios puntos en el municipio de San Buenaventura, Francisco Morazán.
En el allanamiento en la colonia La Concepción las autoridades encontraron cinco kilos de cocaína, así como una báscula para pesar droga, entre otras cosas.
Mientras que en la vivienda en Palma Real se decomisaron los 347,000 lempiras que estaban ocultos en dos habitaciones de la lujosa residencia.
También decomisaron dos camionetas blindadas, entre ellas una Toyota Prado y una Runner, así como un vehículo pick-up doble cabina y una motocicleta.
Antecedente
Héctor o Juan Portillo Osorto, alias “Gato Negro”, fue asesinado el 14 de julio de 2010, cuando supuestos policías que instalaron un retén le hicieron señal de parada y al identificarlo le ordenaron detener la marcha.
En ese momento lo rodearon, lo bajaron del vehículo y lo pasaron a una camioneta, llevándolo con rumbo desconocido. En el acto fue asesinado uno de sus guardaespaldas que trató de evitar que se lo llevaran.
Horas más tarde los otros seis guardaespaldas aparecieron ejecutados en el sector conocido como La Montañita, carretera a Danlí.
Las víctimas fueron identificadas la misma noche del crimen por sus familiares y amigos. Mientras que el cuerpo torturado del “Gato Negro” fue encontrado al siguiente día en un abismo ubicado en la carretera a oriente.
El cadáver presentaba heridas de arma blanca en diferentes partes, así como quemaduras de cigarrillo, en los dedos de los pies tenía amarrados pedazos dos cuerdas y se dijo que los dedos estaban fracturados porque lo habían colgado de ellos.
Mientras que su rostro quedó desfigurado luego de que sus homicidas le ataron una faja, la cual halaron al grado de desfigurarle la cara, dejándolo irreconocible. En una semana sujetos desconocidos asesinaron a una 20 personas que trabajaban para el traficante.