La extorsión es una problemática vigente que no solo ha generado el cierre de negocios, empresas, por ende pérdidas de empleos hasta luto en la población, sino que sus repercusiones van más allá al punto de que tiene de rodillas a toda Honduras.
Así lo consideró la directora de la Red de Microfinancieras de Honduras (Redmicroh), Martha Salgado, quien en una entrevista exclusiva brindada a EL HERALDO expresó que 'el fenómeno está, no ha disminuído, tiene a Honduras de rodillas y eso es algo que no se puede negar'.
'Honduras está de rodillas, especialmente las personas de escasos recursos que no pueden pagar una vigilancia y están a expensas de la extorsión', agregó.
Una gran cantidad de establecimientos comerciales se han retirado de algunas zonas de trabajo tanto en el norte como centro del terrotorio hondureño, ya que en estas áreas no se puede llevar a cabo una actividad producto de esta temática, indicó.
A raíz del constante acoso de extorsionadores, el propietario de la empresa de transporte interurbano Cristina, Mario Discua anunció este lunes el cierre de operaciones en las ciudades de Tegucigalpa, San Pedro Sula, La Ceiba, Tela, Olanchito, Trujillo y Tocoa.
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Salgado aseguró que 'no creo que se haya disminuído y si lo han hecho es poco significativo en términos de la desgracia que produce; afecta a todos por igual, lo que sucede que las empresas de mayor tamaño pueden tomar medidas de seguridad, pero las microempresas de donde la van a pagar'.
Toda empresa que se dedica a actividades productivas se encuentra expuesta a la extorsión lo que provoca que sus propietarios opten por clausurarlas, ya que genera pérdidas y podría desencadenar en daños irreversibles como la muerte, destacó.
'Hay que matar el mal de raíz, acabar con la extorsión, que no es un tema fácil y si eso no se elimina el problema va a estar siempre', sugirió la también economista.
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Grave
Por su lado, el titular de la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT), Guy de Pierrefeu calificó la extorsión como un tema grave y dijo a EL HERALDO que 'afecta muchísimo a las empresas, particularmente a las micro y pequeñas empresas porque son las que tienen menos capacidad para luchar contra este tipo de flagelo'.
En el primer año de gobierno del presidente Juan Orlando Hernández, el cobro del mal llamado impuesto de guerra se redujo sustancialmente, empero en la actualidad existe un repunte y pese a esta situación prevalece la confianza para que las autoridades atiendan la problemática en el corto plazo, ya que implica un costo extraordinario para la empresa privada, reconoció.
El experto en seguridad, Billy Joya enfatizó que más de 40 mil microempresas y negocios han cerrado en las dos últimas décadas a causa del impuesto de guerra a su vez la extorsión que es el principal flagelo que sufre la sociedad hondureña.
Sostuvo que el Estado ha fortalecido las unidades antiextorsión y se está combatiendo con la aplicación de la Ley de Lavado de Activos al punto que se obtuvieron resultados trascendentes con la Operación Avalancha.
'El Estado tiene que crear leyes necesarias para poder obtener en tiempo y forma adecuada desde el punto de vista legal la información que le permita a sus instituciones actuar con eficiencia y rápidez para combatir la impunidad vinculada a la extorsión y al impuesto de guerra', concluyó el capitán en condición de retiro.