Tegucigalpa, Honduras
La Comisión Especial de Depuración de la Policía Nacional solicitará a organismos internacionales que apliquen pruebas de confianza a los miembros de la carrera policial.
Lo anterior es parte del proceso de adecentamiento hecho por la Comisión, que hasta los momentos ha dado como resultado 26 policías cancelados, 19 ratificados, seis suspendidos y cuatro retirados voluntariamente, entre directores y comisionados generales, tras evaluar sus antecedentes enviados por operadores de justicia.
Omar Rivera, miembro de la comisión, afirmó que los oficiales que han sido ratificados en sus cargos “serán sometidos a un proceso de certificación (evaluación e investigación) externa en el que inclusive podrían participar organismos internacionales”.
“Quienes hayan sido ratificados en sus puestos deben saber que la demanda de eficiencia y resultados hacia ellos será mayor”, enfatizó.
Además de la aplicación rigurosa de pruebas de confianza (toxicológicas, psicométricas, de polígrafo y socioeconómicas), se le dará proceso a cualquier denuncia que se interponga en su contra y se monitoreará su desempeño en la función policial, acotó.
Este proceso inició desde que entró en vigencia el decreto legislativo 21-2016, en el cual se declara emergencia la depuración en la Policía Nacional y se establece una serie de medidas para realizarla, entre ellas la facultad de que la Secretaría de Seguridad pague las prestaciones a los uniformados que decidan retirarse de manera voluntaria.
La Comisión comenzó a investigar a nueve directores generales, de los que canceló a tres, suspendió a dos y ratificó a tres, entre estos últimos al director de la Policía, Félix Villanueva.
No se tomó ninguna decisión sobre el general Juan Carlos Bonilla porque su expediente no fue encontrado.
En la segunda fase del proceso se investigó a 47 comisionados, de los cuales 23 fueron cancelados, 16 ratificados, cuatro suspendidos y a cuatro se les aceptó el retiro voluntario.
Esta secunda sacudida fue anunciado por la Comisión mediante el comunicado número siete.
La cancelación de oficiales se hizo por reestructuración de la Policía Nacional.
En el comunicado emitido por la comisión se indica que los comisionados Alcides Santos Vides Castillo, José Edgardo Ayala López, Kenneth Obdulio Sabillón Flores y Marco Tulio Cruz Aguilar están suspendidos de sus cargos “en virtud de estar públicamente señalados en actos sujetos a la investigación de las autoridades correspondientes, hasta que se concluyan las mismas”.
Comisionados separados: 1. Abencio Atilio Flores, 2. Adrián René Flores, 3. Danilo Omar Matamoros, 4. Danilo Valladares, 5. Filiberto Martínez Andino, 6. Gustavo Adolfo Fajardo Hernández, 7. Jaime Francisco Flores Ponce,
8. José Leonel Enamorado Alvarado, 9. Manuel de Jesús Escobar Murillo, 10. Rony Martín Flores Díaz, 11. Rubén
Martel García, 12. Silvio Edmundo Inestroza Padilla, 13. Wilmer Eduardo Suazo Aguilera, 14. Alcides Santos Vides Castillo. Suspendidos: 15. Kenneth Sabillón Flores, 16. Marco Tulio Cruz.
Molestos
Dos de los comisionados que fueron cancelados de sus cargos reaccionaron molestos al calificar como injusta la acción de la Comisión de Depuración. El comisionado Henry Osorto Canales dijo que esta decisión forma parte de “otro plan macabro de desmantelar la Policía, está en estudio, ya lo tenemos y un grupo de oficiales honrados y no pícaros nos estamos reuniendo”.
Reiteró que todo es un plan para “destruir la Policía” dirigido por una persona a la que solo identificó como “el jefe de aquí”.
El comisionado señaló que en “todas las instituciones que tienen que ver con la operación de justicia hay infiltrados del crimen organizado, por eso existe la impunidad, ese alto índice de criminalidad, porque se sienten autoprotegidos los criminales por las instituciones”.
La Comisión anunció que también pedirá a los órganos contralores información de 108 subcomisionados para investigarlos.
Flores: Tengo hoja limpia
Por su parte, Adrián Flores Marcelino, otro de los comisionados cancelados, criticó su suspensión del cargo ya que “en ningún momento he pertenecido a bandas de sicarios, no soy un oficial corrupto, yo no tengo enriquecimiento ilícito y salgo con la frente levantada para que la ciudadanía sepa y siga confiando en mí como un ciudadano más; mi hoja de servicio está impecable y así la he mantenido siempre en el transcurso de mi carrera policial”.
El oficial reconoció que “hubiéramos querido que nos retiraran con todos los honores, sin embargo, creo que esto lo está madurando la superioridad para ver si nos van a hacer una ceremonia para retirarnos; acepto la cancelación porque no tengo que dar ni un paso atrás, la cancelaci?n no la estoy aceptando por temor a que me investiguen, de hecho nos van a seguir investigando y no van a encontrar nada en mi hoja de servicio”.
Según el comisionado Rivera, es hora de revitalizar la Policía Nacional y “para esto se requieren agentes y oficiales que demuestren ser honestos, capaces, respetuosos de la ley y comprometidos con el bienestar colectivo”.
Advirtió que a partir de ahora no hay espacio para la modorra y el letargo; los que vayan siendo ratificados deben demostrar que están dispuestos a dar el cien por ciento de esmero, sacrificio y esfuerzo.
Sorto y Flores fueron parte de los comisionados cancelados que se reunieron ayer con el ministro de Seguridad, Julián Pacheco, en la sede de esa institución para pedir explicaciones por sus separaciones.
El miembro de la Comisión aconsejó que “a nadie se le ocurra irse a paro de pistolas caídas, patrullas parqueadas y chachas escondidas, pues algo así sería rechazado por la población. Es la hora de elevar el ánimo y entusiasmarse para reconstruir una institución que lamentablemente ha sido golpeada por el desprestigio y la desconfianza de la gente”.
El representante de la sociedad civil sostuvo que en la policía es la “hora de la reingeniería”. Reconoció que hay miles de buenos policías con los que se puede contar para hacer esta transformación.
Estas medidas depurativas se pusieron en práctica luego de que EL HERALDO revelara que, según informes internos de la Policía Nacional, miembros la cúpula policial fueron parte de un plan para matar al zar antidrogas Julián Arístides González en 2009.
De igual manera, EL HERALDO dio a conocer que otro grupo de alto oficiales mató al asesor en seguridad Alfredo Landaverde en 2011