En Operación Avalancha no participó la Policía porque 'hay que desconfiar de todos'

Tegucigalpa, Honduras
En la investigación que propició la Operación Avalancha, un golpe asestado a una cédula de la Mara Salvatrucha en Honduras, apenas se involucraron cuatro personas y se excluyó a la Policía Nacional por desconfianza y la falta de experiencia.

Así lo reveló el director de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), Ricardo Castro, en una entrevista brindada al medio digital El Faro de El Salvador.

'En esto hay que desconfiar de todo mundo y en este momento la Policía no estaba pasando un buen momento para poder trabajar con ellos en este tema. Y creo que la experiencia tampoco la tiene la Policía para trabajar un tema tan grande, en este momento. Esto ya es un crimen organizado, transnacional', expuso Castro.

De esta forma, salió a relucir el caso del comisario Álvaro Ernesto García, quien fue capturado en su lujosa residencia, puesto a la orden de los tribunales y enviado a prisión preventiva por supuestos vínculos con el grupo pandilleril.

Detalló el alcance de la captura: 'Necesitábamos agarrar uno que pesara porque realmente agarrar un policía que estuviera involucrado de bajo rango es sustituible, mientras que este tipo no es sustituible porque era una persona que tenía influencia en muchos estratos de la policía'.

Levanta impacto que el comisario García fue jefe de la Unidad contra Maras y Pandillas (2010-2012), de la ya desaparecida Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC).

Fuentes revelaron a EL HERALDO, luego de su captura, que el exoficial sostuvo varias reuniones en San Pedro Sula, Cortés, con personas ligadas a la mara MS-13.

Igualmente, la Policía Nacional informó que el García había sido separado de la institución de seguridad por haber reprobado las pruebas de confianza.

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Evolución
La Mara Salvatrucha en Honduras ha evolucionado como organización criminal. Sus integrantes están pasando de ser simples pandilleros a criminales con auténticas aspiraciones empresariales y políticas.

Castro mencionó como ejemplo el caso de un alcalde hondureño capturado recientemente. Aunque no lo menciona, se trataría del edil de Talanga, Jorge Neftalí Romero, quien guarda prisión preventiva.

“Ya ellos tenían un alcalde. El alcalde está preso, también se le detuvo. La idea de ellos era hacer que ese alcalde llegara a ser presidente del congreso, esa era una de las ideas. Invirtieron cantidad de plata, hicieron fraude electoral para que esta persona llegara a ese puesto. Entonces, ya la idea de la MS en el sentido de ser una simple mara pasó a otro plano y ahí es donde nosotros entramos, nos quitamos esa idea que el marero era el simple cobrador de impuestos, el muchacho tatuado, a ver a estas personas de diferente forma”, comentó.

Cuando le preguntaron por qué los pandilleros querrían financiar una campaña política el funcionario recordó que “en Colombia, en el 93, 92, cuando Pablo Escobar pasó de ser narcotraficante a querer llegar al Senado ¿Y cuál fue su fracaso? Fue ese. Entonces, la Mara había visto que habían de tener el poder político y alguno de los jefes se le antojó el poder político y vieron en este muchacho la oportunidad para hacer eso. Y comenzaron a invertir en eso”.

Asimismo, aseguró que el edil capturado “estaba consciente que los muchachos que le estaban apoyando con 10, 12 millones (de lempiras) eran pandilleros”.

Además, Castro reveló que los grupos criminales están preparando educativamente a personas para que estos les manejen sus empresas, ya que ellos están en una fase de transición convirtiéndose a empresarios

El 12 de febrero La Fiscalía ordenó 15 capturas

“La incursión de personas con más alto nivel educativo. Por ejemplo, el contador de la MS que está preso es un tipo que tiene un alto perfil de estudios en materia económica, un perfil universitario. No recuerdo el nombre en este momento, pero solo le decían: “máster”. Era el máster en finanzas. Entonces, este tipo de personas ven la vida de forma diferente. Es un empresario', expuso.

'Más que la influencia que pueda traer de Estados Unidos, que es posible, es más lo que yo pueda decirle como financista a un pandillero: “mira, vos tenés 50 mil, mejor invirtamos en algo y hagámoslo producir y ahí estamos lavando el dinero y vos te vas a convertir en empresario”, comentó.

El entrevistado explicó que el negocio de los mareros funciona igual que una empresa. “Pagaban impuestos normal, como que usted tenga su pulpería y usted paga impuesto, usted compra, usted vende y paga impuestos”.

Seguidamente, explicó que durante la Operación Avalancha en el país se realizaron seis meses de investigación y descubrieron la forma en que operan las pandillas.

Detalló que los miembros de estos grupos criminales ponen sus empresas a nombres de testaferros, por lo que “el trabajo que se hizo no solo es sobre las personas que están directamente señaladas sino que es un trabajo que es en conjunto con toda la pandilla”.

“Son negocios que se manejan desde la cárcel. En este caso, todos los negocios los manejaban con personal fuera, con un gerente, una secretaria, abogados, doctores. Se incautó un hospital ¿Cuál es la idea de un hospital? Podían decir: ¡ah, un negocio más! ¡¡¡No!!! la idea es que si un pandillero sale herido va a un hospital público, el hospital público está en la obligación de notificar a la Policía, mientras que si yo tengo un hospital privado para mi empresa, solo yo manejo ese círculo, esa era la idea de un hospital privado”.

300,700 Dólares fueron incautados en la Operación Avalancha

El pasado 23 de febrero de 2016 la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) lanzó la “Operación Avalancha” logrando la captura de varias personas presuntamente vinculadas con los negocios de la Mara Salvatrucha en Francisco Morazán, Cortés y Atlántida.

En ese momento, la Fiscalía ordenó 15 capturas entre las cuales figuraba la del alcalde de Talanga, Jorge Neptalí Romero y quien según El Faro “ganó las elecciones gracias a que la Mara Salvatrucha lo financió”, e

Asimismo, la ATIC ordenó el arresto de Álvaro Ernesto García, un comisario de la Dirección Nacional de Investigación Criminal de la Policía, acusado de ser el enlace de la pandilla para corromper a otros policías.