Tegucigalpa, Honduras
El costo del “dinero plástico” se encareció en Honduras después que se aprobaran las reformas a la Ley de Tarjetas de Crédito (Decreto 33-2013), vigentes desde el 5 de junio de 2013.
Varios sectores habían advertido que las reformas eran “cosméticas” y los beneficios para los usuarios serían mínimos. Dos meses después de haber entrado en vigencia los cambios a la ley de 2006 (Decreto 106-2006), los bancos anunciaron cobros por el retiro de efectivo en los cajeros.
José Luis Moncada, expresidente de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), considera que las reformas sí han tenido un efecto positivo en los portadores de las tarjetas.
Agrega que quizás muchos tarjetahabientes no lo sienten porque han visto ese producto financiero como el acceso a un crédito y no como un medio de pago.
Las quejas de los usuarios han encontrado eco en el Congreso Nacional, ya que el diputado por Olancho, Francisco Rivera, quien es el presidente de la Comisión de Presupuesto, anunció que presentará una iniciativa denominada Ley para Prevenir y Sancionar la Usura en el Estado de Honduras.
Moncada dice que previo a la aprobación de ese marco legal se debe realizar un completo diagnóstico, que debe comprender una serie de variables como tarjetas en circulación, montos por tarjetas, tasas de interés, entre otros aspectos.
Intereses
La aplicación de la tasas de interés a cada uno de los 179 tipos de tarjetas de crédito que circulan en el mercado hondureño es lo que de manera constante genera quejas de los clientes de los 10 bancos emisores.
Y el reclamo tiene sustento, ya que durante la vigencia del Decreto 33-2013 la tasa de interés mínima para tarjetas en lempiras subieron de 15% a 19.40% anual, mientras que la máxima aumentó de 64% a 71.04%.
Para tarjetas en moneda extranjera, la tasa mínima se incrementó de 10.80% a 15%, mientras la máxima se mantiene en 49.99%, de acuerdo con el Banco Central de Honduras